Un remate de altos vuelos
Anfield y el Parque de los Príncipes, últimos estadios diseccionados por los arquitectos para la reforma final del Sánchez-Pizjuán Castro y Balbontín visitaron recientemente el recinto parisino
El consejo de administración que preside José Castro se ha tomado muy en serio que la remodelación del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán sea profunda y no se quede simplemente en un lavado de cara. Si ya están incluso aprobados los presupuestos para la segunda fase de esta intervención, que incluirá el cambio de la iluminación por tecnología led, mejoras en los vestuarios, instalación de ascensores para aficionados con necesidades especiales o revestimiento de suelos, para la tercera y última fase el club tiene un proyecto ambicioso para los exteriores del estadio, con iluminación dinámica y terminaciones con materiales de última generación sin descartar para más adelante una ampliación del aforo y una cubierta que pretende ser la guinda de toda la actuación.
En este sentido, el Sevilla lleva años visitando los mejores estadios de Europa para conocer de primera mano las mejores técnicas de construcción. Y en los últimos meses los recintos objetos de estudio han sido los estadios del Liverpool y el PSG. A París, curiosamente tres días antes de los atentados terroristas, se desplazó el presidente, José Castro, junto a Santiago Balbontín, ex consejero y arquitecto que está coordinando toda la actuación.
Después de que durante años el club haya conocido los mejores estadios de nueva construcción, en la actualidad la idea es saber de primera mano cómo se ha actuado o se está actuando en estadios antiguos, de la misma época de edificación o cercana a la del Sánchez-Pizjuán, que tiene ya 60 años, y con proyectos ambiciosos. En visitas de hasta tres días, con reuniones de todo tipo e intercambio natural de información entre los técnicos, el proceso de obtención de datos es minucioso. Por ejemplo, los suelos que se van a emplear en la segunda fase son copiados de los que se han instalado en los estadios ingleses. Estadios con estructuras de hormigón antiguas similares a las de Nervión.
El Sevilla está estudiando todos los detalles antes de llevar a cabo el revestimiento exterior, digamos la fachada, que se acometerá en la tercera fase. Pero los técnicos no quieren pecar en hacer una intervención que después sea un inconveniente para una decisión posterior. Es decir, el Sevilla, aunque en la presentación de la remodelación Castro habló de una cubierta, en principio no la tiene prevista en esta intervención, aunque evidentemente los arquitectos han visto muchas y están al tanto de los últimos avances tecnológicos, así como tienen en cuenta las condiciones climatológicas o la forma de anclaje (si es al edificio o no). Pero lo que tienen claro los técnicos es que, por ejemplo, no se puede proyectar una cubierta ahora sin saber si, más adelante, se decide construir un tercer anillo para ampliar el aforo, que se ha quedado corto a tenor de los continuos llenos que ha registrado este año. O tampoco pueden realizar unas obras que, en determinado caso, impidan que el autobús si se quiere pueda entrar dentro, como en Oporto o Dortmund, por ejemplo.
En el caso del Parque de los Príncipes, la expedición sevillista quiso conocer el proyecto de remodelación, que incluye una ampliación de los graderíos para aumentar el aforo de 48.000 espectadores a cerca de 70.000, amén de creación de zona para oficinas, centros comerciales, museo, hotel, etcétera. En Anfield, el Liverpool tiene proyectado construir un nuevo anillo, pero sólo en una grada, por lo que la visera posterior tendrá una forma un tanto especial.
Tanto Balbontín como Castro y otros miembros del consejo llevan años visitanto estadios. De hecho, desde 2006 bajo la presidencia de José María del Nido -el primero en idear un reforma con un tercer anillo que luego no se abordó-, los arquitectos están visitando los mejores estadios europeos. Evidentemente, en los que ha jugado el Sevilla se ha aprovechado el viaje para ver al detalle todos los elementos arquitectónicos posibles, pero en algunas ocasiones una expedición ha acudido expresamente para estudiar los trabajos realizados y los planos de lo que se llevará a cabo. Es el caso de la reciente visita del presidente y de Balbontín a París o la anterior a Liverpool.
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