Un modelo para crecer

Castro reafirma la fórmula del club y aspira a los 200 millones de presupuesto "A los inversores extranjeros les hemos dicho no; el Sevilla es de los sevillistas", dice

José Castro, durante su ponencia en el Fórum Europa, en el Alfonso XIII.
José Castro, durante su ponencia en el Fórum Europa, en el Alfonso XIII.
Eduardo Florido Sevilla

16 de marzo 2016 - 05:02

José Castro revisó la famosa frase de Vujadin Boskov durante su ponencia en el Fórum Europa Tribuna Andalucía. En un atestado salón del hotel Alfonso XIII, el presidente del Sevilla reafirmó el modelo del club y lo puso como ejemplo para demostrar que no todo está inventado en el fútbol. "Fútbol es fútbol, pero el fútbol ya no es al que se refería Boskov cuando entrenaba al Zaragoza en los años setenta". Y para muestra de este cambio, el mejor botón es el del Sevilla de la presente centuria. "El descomunal crecimiento del Sevilla FC en la última década demuestra que no, que en el fútbol no estaba todo inventado a comienzos del siglo XXI. Tampoco lo está ahora, porque el fútbol evoluciona de forma constante".

Con esta tesis de partida, el presidente blanquirrojo explicó el modus operandi de un club que ha sumado ocho títulos y un crecimiento espectacular que ha logrado, gracias a nueve superávits en una década, un beneficio no distribuido de 40,8 millones. "A 30 de junio de 2005 nuestros fondos propios eran de -3,4 millones y a 30 de junio de 2015 ascendían a 37,4". ¿Y cuál es ese modelo con el que el Sevilla aspira a seguir creciendo, hasta situar su presupuesto en los 200 millones de euros? Así lo desgranó el dirigente. "El Sevilla no creció hasta que pensó como empresa que somos, aunque con matices, porque esto es una sociedad anónima deportiva. Y para pensar como empresa, había que estructurarse como tal, profesionalizar las áreas de trabajo, establecer un modelo de gestión que esté muy por encima de los integrantes, cualesquiera que sean, de la entidad". El resultado es que, en lo estrictamente accionarial, el crecimiento ha sido enorme. "El valor nominal tanto en la constitución de la Sociedad Anónima en el 92 como en la ampliación de capital del 97 fue de 60 euros por acción. Sin embargo, el valor contable de cada acción a 30 de junio de 2015 ascendía hasta los 361,5 euros. A eso lo llamo yo crecer con mayúsculas".

Por ello, los accionistas mayoritarios del club han recibido importantes ofertas del extranjero... y se han encontrado siempre con el no como respuesta. "A todos estos inversores les hemos dicho lo mismo: gracias, pero no. El Sevilla es para los sevillistas y de los sevillistas", aseguró rotundo.

El funcionamiento del Sevilla como empresa puede producir cierto desafecto del aficionado con las estrellas que van y vienen. Pero Castro explicó que el afecto del socio es con el club, un club que se nutre de esos ingresos extradeportivos, con el riesgo de acertar. "Tendremos que seguir arriesgando. Comprendo que es complicado de asumir que cada verano la plantilla cambie en un 30% o 40 %, pero esto es lo que marcan los nuevos tiempos". Y puso como ejemplo el verano de 2005. "Vender a Julio Baptista no fue lo más popular, pero confiamos en Monchi y trajimos a Frederic Kanoute, con eso está todo dicho".

Ahí, elogió una figura clave para el modus operandi, Monchi y su equipo. "Lo importante es acertar en los recambios. Y en esa faceta contamos con algo que no tiene nadie, la fiabilidad de Monchi, que como todos se puede equivocar, y se equivoca, pero que acierta mucho más que lo contrario. Ésa es la receta para que en las últimas temporadas, sin ir más lejos, hayamos superado en competiciones europeas a equipos como Oporto, Valencia, Benfica o Zenit, pese a tener un presupuesto inferior".

Precisamente este año, con inversiones importantísimas, el riesgo en la incorporación de futbolistas caros como Immobile, Konoplyanka y Llorente, y la plantilla más costeada de la historia, el Sevilla ha llegado a su tope presupuestario histórico: 100,2 millones de euros. Castro aspira a doblarlo en un plazo razonable. "Para nosotros el reto tiene que ser a medio plazo acercarnos a los 200 millones de presupuesto, con el fin de consolidarnos en la zona Champions y encadenar cuatro o cinco participaciones consecutivas en la máxima competición continental, lo que definitivamente nos propulsará entre los mejores… Decirlo así suena fácil, pero no lo es. Lo imprescindible, no obstante, es ser un fijo en competición europea, como lo somos ahora".

Para esa aspiración es clave, además de acertar en la compraventa de futbolistas, el mejor reparto en los derechos televisivos. "Gracias al crecimiento de los ingresos televisivos podemos desarrollar unas estructuras plenamente profesionalizadas y asumir riesgos mayores que hace unos años eran verdaderos disparates".

También vio clave la solidez del proyecto, que no se tambaleó ni cuando el presidente que inició ese modelo empresarial ingresó en prisión. "Situaciones similares en otros clubes han desencadenado tragedias deportivas", aseguró Castro, que recordó que los accionistas son "sevillistas cabales que anteponen la estabilidad del club".

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