El tesoro de la Champions

La Pelota de Papel

El Villarreal ya nota el aliento de Sevilla y Athletic, a 5 y 6 puntos después de terminar a 10 y 11 la primera vuelta El preciado cuarto puesto, único aliciente en la lucha de la zona noble.

Eduardo Florido

15 de marzo 2016 - 08:02

El Villarreal empieza a sentir vértigo. En una jornada que puede ser crucial para la definición del cuarto puesto, el equipo de Marcelino perdió en el Sánchez-Pizjuán el colchón de ocho puntos que mantenía con su inmediato perseguidor, un Sevilla que además le ganó el goal average particular. El Athletic también ganó en San Mamés y ambos, dos históricos que pugnan con todo su empuje por la Liga de Campeones, le están echando el aliento en el cogote a un grupo que se ha desinflado en las diez primeras jornadas de la segunda vuelta. Las lesiones, la juventud, el cansancio... el derecho a fallar de un equipo cuyo objetivo no era la Champions.

Los remontada del Sevilla ante el Villarreal, en el partido más espectacular de la jornada por mucho que fuera ninguneado en los telediarios del lunes, ha hecho daño en el submarino amarillo. Lo ha dejado tocado, que no hundido. Aún mantiene sobre Sevilla y Athletic un colchón de 5 y 6 puntos. Las nueve jornadas que quedan, con 27 puntos en juego, se presentan apasionantes en esa durísima pugna por el cuarto puesto, el único por el que la burguesía de la Liga puede luchar una vez que los tres de arriba, un año más, han cogido la tradicional distancia insalvable. La realidad es que el Villarreal no se esperaba tener que mantener su sprint hasta el final después de terminar la primera vuelta con un holgado colchón de 10 y 11 puntos sobre Sevilla y Athletic. Por entonces, su principal amenaza era un Celta que estaba a 9 puntos.

Precisamente el Celta es el equipo que marca la frontera de la lucha europea. Por debajo del equipo de Eduardo Berizzo, más desfondado aún que el Villarreal en las diez jornadas de la segunda vuelta, ya se presenta descolgado el Eibar, con lo que parece que los siete representantes en Europa del fútbol español están claramente definidos. Sólo queda saber el orden de la segunda clase.

Que el Villarreal sienta tan de cerca a Sevilla, Athletic y, en menor medida, Celta, es una presión que no esperaba Marcelino. De hecho, terminó la primera vuelta como un cohete, con cinco triunfos consecutivos. Pero entre febrero y marzo refrenó su frenético ritmo. De ahí que el asturiano comenzara a llorar las ausencias (Soldado, por sanción, se unió a las bajas por lesión de Jaume Costa, Musacchio, Jonathan dos Santos y Samu García) y, más aún, que se le exija competir en igualdad de condiciones que dos grandes del fútbol español que tienen más presupuesto y más afición.

Hasta caer en el fortín de Nervión, el Villarreal estaba marcando el récord de puntos de su historia. Ahora ya queda a tres del equipo que fue subcampeón de Liga en la 07-08, que sumaba 56 en la jornada 29. El Sevilla lo frenó en seco, y le hizo cuatro goles pese a que también tenía bajas (Krychowiak, Vitolo y Pareja) y se le lesionaron durante el partido N'Zonzi y Konoplyanka, antes de que fuera expulsado Banega. La ventaja del Villarreal, que ahora recibe al Barça, es que el Sevilla es el único de Primera que aún no ha ganado fuera de casa.

El equipo de Unai Emery ha fundamentado su escalada en Nervion. Ahora debe visitar el Bernabéu, Mestalla y, en una última jornada que puede ser apasionante, San Mamés. El Athletic, como sus dos compañeros de viaje, también compite los jueves, pero no desfallece en la persecución. Ernesto Valverde incluso se permite rotar a su goleador Aduriz, gracias a la irrupción de Sabin Merino. Marcelino, Emery y Valverde miran los calendarios y hacen cuentas...

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