Que se note la ilusión

Sevilla-mirandés

El Sevilla recibe al Mirandés con la única idea de encauzar la eliminatoria para poner un pie en las semifinales de la Copa Día para los necesitados N'Zonzi, Konoplyanka o Llorente.

Kolodziejczak y Carriço, que formarán hoy la pareja de centrales, en el centro de un corro durante los ejercicios previos a la sesión táctica de ayer.
Kolodziejczak y Carriço, que formarán hoy la pareja de centrales, en el centro de un corro durante los ejercicios previos a la sesión táctica de ayer.
Eduardo Florido

21 de enero 2016 - 05:02

A Unai Emery se le llena la boca cuando habla de la Copa del Rey y el Sevilla. Por lo que ha generado este torneo en el siglo XXI, nada menos que seis semifinales y dos títulos; por lo que le han contado y ve en las fotos que tapizan los interiores del Sánchez-Pizjuán; por lo que vivió nada más aterrizar en Nervión al disputar la sexta de esas semifinales ante el Atlético...; y por no haber podido dar traslado de sus éxitos europeos a la Copa, el entrenador sevillista se toma muy en serio lo que acontece esta noche.

Quizá por tratarse del rival de menos entidad de los ocho que disputan los cuartos de final, el fuenterrabiense ha insistido, tantos de puertas afuera como de puertas adentro, en que el partido tiene toda la seriedad del mundo y ha depositado en él toda su ilusión. Porque Emery está ilusionado con la posibilidad de hacer algo grande en la Copa igual que lo ha hecho en la Liga Europa. Es su espinita clavada y así se lo ha transmitido a sus jugadores. De ahí que los mensajes que llegan desde el interior del club reincidan en la concentración y en la seriedad con que el Sevilla se toma esta ida ante un Mirandés que llega con la intención de no ser un convidado de piedra.

Uno de los capitanes del equipo habló de esto el martes. Coke, quizá por haber vivido las mismas tres frustraciones que sufrió Emery ante Atlético, Racing de Santander y Espanyol en los tres cursos precedentes, fue el elegido por el club para trasladar ese mensaje de tensión y entusiasmo ante una cita que, a decir verdad, puede tener poco atractivo para el aficionado de a pie, por mucho que estén en juego nada menos que unas semifinales de Copa. El mensaje parece que ha calado y ahora lo que le toca al equipo que elija el técnico vasco es manifestar esa alta emoción hacia lo positivo, utilizando una de las perífrasis tan del gusto de Emery, al campo de juego.

Paráfrasis al margen, la realidad es que el partido viene que ni pintado para que ese grupo de futbolistas que ahora mismo está en la cola del pelotón de la competitividad dé el paso al frente y alce su voz para comenzar a participar activamente en una temporada que camina hacia su segunda mitad. Son los casos de N'Zonzi, Konoplyanka, Llorente, el mismo Reyes... Estos cuatro, cuatro ejemplos de la segunda línea necesitada de reivindicaciones fuertes, deben partir hoy en el once titular que alinee Emery. Porque lo necesitan ellos y porque lo necesita el equipo. Enero, sobre todo si el Sevilla da el paso adelante en la Copa a las semifinales, empieza a constreñir el calendario y ante el Málaga ya se vio que hay algunos jugadores que están notando el cúmulo de partidos. Unos, como Cristóforo, porque de no jugar nada ha pasado a ser indiscutible en la Liga, y otros, como Banega, porque no puede jugar tres partidos a la semana y es imprescindible para los partidos de alto voltaje. El domingo hay uno en el Vicente Calderón y lo lógico es que ante el Mirandés Konoplyanka, Llorente y compañía tiren del carro para dar un golpe en la mesa y meter un pie en las semifinales coperas.

Enfrente estará un Mirandés que llega con la herida del 4-0 de Butarque. Hasta allí se desplazó Emery para ver las evoluciones de un equipo que fue superado de pe a pa. Pocas conclusiones pudo sacar el técnico de su visita a Leganés, pero lo que sí tiene claro es que, aunque Carlos Terrazas hará algún cambio, el campo estará minado en su medular. No es esperable un partido similar al del Málaga o el Athletic, en el que el contrincante cayó en la trampa del Sevilla por intentar asaltar su campo por las bravas para terminar siendo sorprendido al contragolpe. Todo lo contrario. El Mirandés adoptará esa postura taimada que tuvo en estas citas precedentes el Sevilla e intentará hacer pagar muy caro cualquier error del anfitrión.

Para evitar eso, el Sevilla de N'Zonzi, Konoplyanka, Reyes y Llorente, por utilizar la bandera más definida de ese escuadrón en la reserva, debe competir al máximo nivel, respetando al equipo burgalés, y su historia de matagigantes en la Copa, y respetándose a sí mismos para ganar con claridad. La ilusión por la Copa lo demanda. Que se note esa ilusión.

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