Nada como una carrerita para entrar en calor. En una fría mañana de invierno, aunque sin agua, que es de agradecer, más de 3.500 atletas de todas las categorías optaron por esa determinación en el complejo arqueológico romano de Santiponce, donde Tamirat Tola conquistó Itálica volviendo a encumbrar a Etiopía con el triunfo de uno de los mejores cross del mundo, tomando el testigo del gran Kenenisa Bekele en 2007, mientras que Faith Chepngetich mantuvo a Kenia en lo más alto del podio en la prueba femenina.

Ocho ediciones hacía que un etíope no ganaba allí donde nació Adriano. Y eso que ilustres como Haile Gebrselassie o el propio Bekele lo habían hecho. Grandes nombres del atletismo a los que se suma ahora Tola, sexto en el último Mundial de cross, que no dio opción al resto de favoritos como el eritreo Teklemariam Mehdi, vencedor en 2014 y segundo ayer tras confirmarse el mismo sábado su participación de última hora, y el ugandés Thimothy Toroitich, que en su tercera participación en la prueba sigue sin bajarse del cajón pero sin llegar a saborear la gloria ni llevarse el plato romano a su casa.

Tola hizo una carrera muy inteligente. En la cabeza siempre, dejó a otros hacer para dar un cambio de ritmo a poco más de una vuelta y media para el final que decidió un triunfo incontestable. Desde la salida la legión africana tomó la delantera sin mirar hacia atrás. Con el ugandés Moses Kibet endureciendo la prueba desde el principio, al final de la primera vuelta ya se habían quedado delante ocho atletas, con los españoles detrás yendo de menos a más, controlando el ritmo ya que quedaban muchos kilómetros aún.

Fue Tola el que hizo la siguiente selección. Cinco africanos se quedaron en la punta de lanza: los tres del podio, Kibet y el bahrení El Hassan Elabbassi. Conseslus Kipruto se había quedado y a más de uno se le hacía raro no ver a ningún keniano pugnando por el triunfo aún en la segunda vuelta, si bien es cierto que sólo había un corredor de esa nacionalidad en la nómina de participantes. Por atrás, Ilias Fifa, Ayad Lamdassem y Adel Mechaal lideraban un tercer grupo en el que había otro importante honor en juego: ser el mejor español, mientras que por detrás Toni Abadía ganaba posiciones poco a poco. Pero ésa es casi otra carrera paralela. Lo importante ocurría metros más adelante y el veterano Mehdin, que conoce bien el recorrido y lo que es ganar en Itálica, intentó imponer su ritmo. Toroitich debió recordar cómo el año pasado el eritreo lo dejó atrás con su amplia zancada cuando tomó el mando y esta vez no lo dejó. De inmediato se puso a su lado como diciendo "aquí estoy yo", pero ese tirón sí sirvió para descolgar a Kibet. Ya sólo quedaban cuatro.

De ellos, Toroitich y Tola ya sabían lo que era imponerse en alguna prueba del calendario invernal de esta temporada. Mehdin es pura clase; y Elabassi, que era el que parecía que iba más justo. Las apariencias no engañan. Tampoco la cara de sufrimiento y el baharení fue el siguiente en ceder en cuanto Tola tocó a rebato definitivamente. El cambio de ritmo del etíope ya en el cuarto giro fue contestado inicialmente por Toroitich, pero el impulso del ugandés era más fruto de la desesperación de saber que otra vez se le escapaba la victoria en Itálica que de las fuerzas de sus piernas. Así, el etíope comenzó a abrir hueco y encaró la última vuelta ya en solitario, mientras que Mehdin daba también buena cuenta de un Toroitich que dejó de luchar. Con Tola encaminándose hacia el triunfo con comodidad, como en Alcobendas, la emoción estaba por atrás. En la pelea por ser el mejor español y Abadía salió airoso superando a Fifa y Lamdassem. El zaragozano fue más allá y en la recta final esprintó para imponerse al eritreo Yemane Haileselassie y acabar octavo.

Menos emoción tuvo la prueba femenina, rota mucho antes por la keniana Chepngetich, que alzó los brazos en la meta con gran autoridad. Casi la misma con la que su país domina en el palmarés, pues en chicas se ha llevado el triunfo en ocho de las últimas nueve ediciones. 

En la segunda vuelta se formó un trío con la ganadora y las etíopes Alemitu Heroye y Netsanet Gudeta, con la también keniana Jelagat Kibiwot recuperándose más atrás. De hecho, dio caza a la cabeza y fue la única capaz de seguir a Chepngetich, que encaró ya la última vuelta en solitario para vencer sin problemas. Trihas Fifa la  primera española, sexta, y Diana Martín, octava.