Sin manijero ni intensidad
villarreal - sevilla · informe técnico
Los inoportunos cambios de N'Zonzi y Mariano rematan un mal partido.
Krychowiak, Iborra y Krohn-Dehli son buenos centrocampistas para acompañar, pero ninguno de los tres está capacitado para llevar el peso del juego. No tienen esas cualidades. El Sevilla echó muchísimo de menos a Banega y Emery no corrigió su ausencia en ningún momento. Los precipitados cambios de N'Zonzi y Mariano, pensados con el 1-0 y ejecutados con el 2-0 calentito, terminaron de lastrar a un equipo que sólo inquietó al Villarreal por fuera, con Gameiro y Coke por la derecha en la primera parte y con Konoplyanka en el corajudo arreón final. Pero la falta de un manijero no fue todo. El Sevilla fue demasiado contemplativo en posiciones defensivas y dejarle metros a un equipo que trata tan bien el balón como el Villarreal es sinónimo de abrir la puerta de par en par.
Defensa
El Sevilla sólo fue agresivo en campo contrario, un espacio en el que se siente seguro para recuperar la posición si es superado. En campo propio, la contemplación fue el denominador común cuando el Villarreal raseaba con velocidad el balón. Krohn-Dehli llegó siempre tarde a la presión en la posición más adelantada y a partir de ahí Iborra y Krychowiak recularon y dejaron muchos metros en la zona de creación. Los laterales se vieron desbordados por la comodidad con que recibían el balón sus marcas y las llegadas al área sevillista fueron numerosas. El primer gol, no obstante, fue una mezcla de error e infortunio en un córner. El segundo vino por una mala presión adelantada de Kolodziejczak y un repliegue al ralentí del resto de las piezas defensivas. Rami no logró contagiar de su agresividad a sus compañeros.
Ataque
Nadie en el Sevilla se hizo con el mando en el eje de los tres cuartos. Krohn-Dehli, que ocupó esa zona, se enredó en la presión del rival; Krychowiak perdió excesivos balones en la salida desde atrás; Vitolo lo intentó metiéndose hacia dentro pero no encontró con quién combinar... Sólo el pasillo derecho, por el que Coke buscó al ubicuo Gameiro, propició llegadas peligrosas, como la del posible penalti de Víctor Ruiz al francés. En la segunda mitad, Emery intentó corregir el agujero retrasando a Krohn-Dehli y subiendo a Iborra, pero el agujero persistió y el Sevilla fue incapaz de romper la tupida red de piernas de un Villarreal muy intenso.
Con Reyes y Llorente en el banquillo, el remate a la falta de reflejos de Emery fue la precipitación en introducir a Mariano y N'Zonzi, con el 2-0 recién subido al marcador. No arregló el problema del equipo y, además, fue castigado con la lesión de Gameiro justo antes de que Llorente hiciera el 2-1 en una jugada de manual: demarraje de Konoplyanka, centro medido y cabezazo del nueve. Con diez, el Sevilla intentó buscar a Llorente en vano.
Virtudes
El corajudo arreón final incluso pudo darle al menos el empate.
Talón de Aquiles
Sin un 10 se cae todo el castillo.
Uno por uno
Sergio Rico Salvó algún gol más, en el inicio y en ese disparo final de Denis Suárez.
Coke Le cogieron las espaldas alguna vez. Empujó y buscó la conexión con Gameiro.
Rami Oficio para ser frío o agresivo según cada momento.
Kolodziejczak Seguro en general, cayó en la trampa de Soldado en la jugada del 2-0.
Tremoulinas Le costó entenderse con Konoplyanka, tanto en ataque como en defensa. Mal en el 2-0.
Krychowiak Menos intenso de lo habitual y perdiendo muchos balones en la salida.
Iborra Dubitativo en el 1-0. Dio muchos metros al rival.
Vitolo Voluntarioso, intentó ocupar los espacios que otros compañeros no cubrían.
Krohn-Dehli No le cogió el sitio al partido.
Konoplyanka Entró tarde al partido, pero pudo cambiarlo. ¿Por qué no saca las faltas?
Gameiro Dinámico, pero sin acompañamiento ni suerte.
Mariano Algún despeje rarito. Intentó ser profundo.
N'Zonzi No era su partido.
Llorente Debió entrar antes.
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