Un plan con varios dibujos

El Sevilla Atlético es ya segundo en uno de los grupos IV de Segunda B más competitivos que se recuerden. La extraordinaria marcha del filial sevillista, a un solo punto del líder, el UCAM Murcia, se basa en una mayor solidez defensiva y en una mejora en sus prestaciones atacantes medible en los datos de la competición: los once goles que suma el equipo de la carretera de Utrera en las primeras ocho jornadas superan el recuento de diez tantos de la pasada campaña en la jornada 13. En resumen, el equipo necesitó seis partidos más para igualar la marca realizadora actual.

Una de las claves en este cambio es sin duda lo imprevisible de su sistema ofensivo. El domingo, frente al Villanovense, el once sevillista presentó hasta tres variaciones tácticas. El propio entrenador, Diego Martínez, lo explicó así para los medios del club: "Queríamos introducir en nuestro ADN distintas variantes de juego. Esas variantes nos aportan soluciones en momentos puntuales. Son cambios de sistema, que no de estilo, que si las añadimos a nuestros registros salimos ganando todos".

A la versatilidad de jugadores que ya componían la plantilla el ejercicio anterior como Borja Lasso, Curro, Cotán o Carlos Fernández se ha añadido la de los refuerzos. Si Carrillo puede jugar tanto de ariete como de segunda punta, el otro fichaje, Ivi, lo puede hacer de volante en las dos alas -por dentro y por fuera-, así como de mediapunta y hasta de delantero.

Un ejemplo de lo dicho es el del triunfo del filial ante el Villanovense. El dibujo comenzó con un 4-1-4-1, con Barnils como medio de contención, esquema que varió a un 4-3-3 con la entrada de Juanje tras la reanudación (el linense se situó en el extremo zurdo e Ivi se mudó a la banda diestra). Por si fuera poco, la entrada de Amo en el tramo final del choque volvió a modificar el planteamiento: 5-4-1. El juvenil se situó en una línea de cinco que se completó con una cuatro y con Carlos Fernández en la punta. Tres dibujos para un mismo plan, el de los puntos.