Con muy buen recuerdo

Segunda cita del curso 2015-16 de la Liga de Campeones para el Sevilla Fútbol Club y le toca visitar a un verdadero histórico no sólo de la competición, también del fútbol europeo. Nada más y nada menos que la Juventus de Turín, la actual subcampeona de este torneo y dominadora absoluta del Calcio italiano en los últimos años, estará en el rincón de enfrente y ése es el nuevo reto al que tienen que hacer frente los hombres de Unai Emery. Toca, por tanto, cambiar el chip de manera abrupta. Se abre un paréntesis en ese arranque tan titubeante en la Liga y se entra en el fascinante mundo del que está considerado como el mejor torneo del universo. Se juega, además, en el catalogado, a priori, como el grupo más fuerte de los sorteados por aquello de englobar al ganador de la liga italiana, al segundo de Inglaterra, al tercero de Alemania y al quinto de España, además del subcampeón de la propia Liga de Campeones y el ganador de la Liga Europa.

Yendo por partes. Es imposible aterrizar en el aeropuerto de Turín-Caselle y no recibir una verdadera cascada de recuerdos, todos buenos, para quienes profesan la fe balompédica sevillista. Desde el desembarco de la más diferentes maneras, por tierra y por aire, desde los días previos a aquel 14 de mayo de 2014 hasta el desarrollo del partido contra el Benfica... Aquellos minutos gloriosos en la tanda de lanzamientos desde el punto de penalti a través de la cual la entidad nervionense se alzaba con su tercer título de la Liga Europa, el cuarto continental y abría paso a un nuevo periodo de gloria al que siguió una cuarta copa del segundo torneo europeo para entrar de lleno en la créme de la créme de los equipos que ya tienen un póquer de títulos de ese torneo... La fiesta anterior en un parque turinés y la posterior en el mismo estadio de la Juventus, con los futbolistas cantando con fuerza cuando se marchaban en el autobús con la vitola de los elegidos. Demasiadas sensaciones como para que no vengan de nuevo a la mente en este partido por mucho que no tengan nada que ver uno con el otro.

Ésa debe ser una inyección adicional de adrenalina, aunque, entre bajas y salidas de la plantilla, aquí no haya muchos de los futbolistas que estuvieron convocados aquel día. Pero da igual, al final formarán 11 contra 11 a las órdenes del millonario sueco Jonas Eriksson, que ha sido el designado por la UEFA para encargarse de impartir justicia en el coqueto Juventus Stadium. Y ahí comienza lo complicado, conocer quiénes serán los elegidos por Unai Emery para afrontar esta segunda jornada del Grupo D.

De cualquier forma, resultará un pelín menos difícil que otras veces por la sencilla razón de que el vasco, tras las últimas ausencias de Vitolo y Fernando Llorente, que ni siquiera han viajado, tiene a 17 jugadores profesionales, incluido Luismi, en condiciones físicas para jugar, a los que habría que añadir a Juan Muñoz, Matos, el último en llegar, y Juan Soriano. Si el técnico opta por refrescar el once respecto al pasado sábado y tras la caída de Fernando Llorente, sólo le quedan Konoplyanka, Immobile, Mariano o Cristóforo. No hay mucho más donde elegir, pues no parece que los más jóvenes tengan muchas opciones en una noche tan complicada como la que se augura junto a los Alpes.

Sí existía una pista en el estilo de juego del adversario. Allegri apostaba en la Juventus por meter a tres centrales con laterales largos, pero desde la doble derrota inicial ha optado por una defensa de cuatro hombres. Si fuera otra vez a los tres centrales por los malos resultados, es la misma idea que puso en práctica Las Palmas hace apenas una semana y entonces Emery optó por contrarrestarla con muchos futbolistas por el medio. Pero aquel día el experimento no salió precisamente bien y el equipo mejoró de manera considerable con Reyes y Vitolo. Como con Emery acertar el once es complicado, particularmente en estos tiempos en los que no parece tenerlos muy claros ni él mismo, tampoco es cuestión de perder mucho más tiempo en ello. Jugarán Sergio Rico, cabe suponer por cierto, y diez futbolistas de campo y el que haga el pleno el técnico los premia con camisetas en el Twitter. Igual y algún día termina premiándose a él mismo por lo complicadas que algunas veces parecen esas alineaciones iniciales, aunque esta vez tampoco haya mucho donde bucear.

Sean quienes sean, el Sevilla tendrá que hacer las cosas muy bien para salir del Juventus Stadium con un buen resultado si bien hasta ahora los locales no han ganado ningún partido como anfitriones, algo que los tiene particularmente preocupados. Aquí se impuso el Udinese y sacaron un empate el Frosinone y el Chievo Verona, tres conjuntos que están lejos de pertenecer a lo más granado del Calcio. Por ejemplo, el Udinese encajó cuatro derrotas consecutivas después de estrenarse en el campeonato doméstico contra la Juve.

¿Quiere esto decir que el Sevilla, que atraviesa por exactamente las mismas dudas que el cuadro bianconero, lo tendrá un poco más fácil en esta ocasión? La respuesta, a priori, es un no rotundo y no hay más que ver el rendimiento que ofreció el cuadro de Allegri en su visita al Manchester City. Es verdad que ya no están Carlitos Tévez , el líder de la escuadra que fue campeona, ni Pirlo, el hombre que movía todos los muñecos con su precisión en los pases y su sapiencia, pero la calidad de los Pogba, Dybala, Evra, Morata y compañía está fuera de toda duda. El ex madridista ya jugó unos minutos ante el Nápoles, pero no estarán por lesión Marchisio ni Mandzukic, mientras que Cáceres fue castigado por el club por su accidente de tráfico estando bebido y Lichtsteiner aún no está en plenas condiciones. De ese modo, Allegri cuenta con 18 jugadores.

En eso de las bajas, por tanto, las cosas se han equiparado algo, aunque en el caso del Sevilla haya casi un equipo entero en la enfermería. Pero quién dijo que iba a ser fácil, el premio es tan complicado como goloso y en caso de no salir derrotado del Juventus Stadium al Sevilla se le podrían abrir las puertas de la segunda fase en el grupo más complicado de esta Liga de Campeones. Entre multitud de buenos recuerdos, ése es el gran objetivo de Emery y los suyos.