Mensajes de compromiso y un precedente

El vestuario promete una reacción ante el Rayo, punto de partida del despegue hace dos años.

Juan Muñoz, Iborra, Reyes y Krychowiak, al fondo./EFE
Juan Muñoz, Iborra, Reyes y Krychowiak, al fondo./EFE
J. A., Sevilla

25 de septiembre 2015 - 05:02

El optimismo reina en el seno del equipo, un vestuario que ha pasado por situaciones difíciles y -además- muy parecidas a la que vive actualmente el Sevilla, que ocupó el farolillo rojo hace dos temporadas tras medirse casi a los mismos rivales que este año y cuyo despegue llegó precisamente a la sexta jornada con una victoria sobre el Rayo Vallecano, el rival que llega mañana al Sánchez-Pizjuán.

"Con calma, unión y compromiso volveremos a ser lo que queremos. Ante el Rayo debe ser el primer día. #vamosmisevilla", escribió José Antonio Reyes en su cuenta de Twitter como ejemplo del sentir que hay dentro de un grupo que está conjurado para sacar la situación adelante. En parecidos términos se dirigía al sevillismo Vitolo. El internacional hacía una promesa a la afición a través también de las redes sociales: "Lo bueno del fútbol es que siempre da oportunidades para levantarse. Y lo vamos a hacer por ustedes y por nosotros. #vamosmisevilla".

Pese a que está lesionado, Banega tampoco se quedaba atrás. "Momento de levantarnos juntos!!! Vamos mi Sevilla...", animaba el argentino acompañando su texto a una imagen del grupo unido. Por su parte, Iborra recordaba el compromiso de los jugadores. "A los que de verdad nos duele el Sevilla no bajaremos los brazos, nos miraremos a los ojos y lucharemos juntos por lo que representamos". El valenciano recibiría una réplica de algún aficionado enfadado y matizó su mensaje: "Que no se malinterprete mi anterior tweet. El mensaje es claro, para sacar esto adelante lo debemos hacer todos juntos y unidos, no hay más".

El precedente de hace dos años invita a pensar que la visita del Rayo puede significar el despegue. Después de perder con el Atlético en casa, el Sevilla empató ante Málaga y Levante, perdió en el Nou Camp un miércoles y salió de Mestalla colista tras caer por 3-1. La remontada llegó y el equipo de Emery acabaría el curso quinto y ganando la Liga Europa.

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