El ataque más dinámico

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El tridente que forman Orellana, Nolito y Iago Aspas fomenta duelos individuales de los que suelen salir ganadores Gran arranque con goles

Orellana, Nolito y Iago Aspas celebran un tanto en el primer triunfo del Celta, en el campo del Levante.
Orellana, Nolito y Iago Aspas celebran un tanto en el primer triunfo del Celta, en el campo del Levante.
J. A. Sevilla

20 de septiembre 2015 - 05:02

Quizá con Eduardo Berizzo ya no es una sorpresa, pero el Celta se ha convertido, a fuerza de trabajo serio, en una realidad desde su regreso a Primera División en la temporada 12-13. Desde entonces, una mezcla de pragmatismo y buen fútbol ha devuelto a Balaídos -un clásico del fútbol nacional- la ilusión por el fútbol tras años a la sombra de la grandeza del Deportivo y no pocas campañas en Segunda. Si Paco Herrera puso las bases con la pana y Luis Enrique dio cierto glamour al juego gallego sin dejar de tener los conceptos claros, con Berizzo competir es algo que el Celta sabe hacer bien. No obstante, el técnico de Córdoba tiene reminiscencias bielsísticas, fruto de su trabajo junto al estrambótico entrenador en Argentina.

Con un arranque fulgurante y un buen registro goleador -el segundo mejor de la Liga (8)-, el Celta ha logrado encaramarse a la cúspide de la tabla, que hubiera sido más arriba incluso si no desperdicia la ventaja de dos goles de la que disfrutaba la pasada jornada en Balaídos ante Las Palmas. Con un frente de ataque con descaro y mucha movilidad y tres hombres como Nolito (3 goles), Orellana (2) y Iago Aspas (1), el equipo de Berizzo es un rival dinámico que sabe explotar los espacios. No tiene una referencia en ataque, a no ser que Guidetti salte al campo, y utiliza las constantes permutas para sacar a los defensas rivales de sus zonas naturales.

Con pocos retoques que lo que vienen es a cubrir las salidas, como ocurrió con Rafinha o Krohn-Dehli, el Celta ha sabido reinventarse, destacando la aportación este año del danés Wass y el argentino Pablo Hernández.

SIN BALÓN

Es un equipo que cierra bien los espacios y que saca su línea de presión en tres cuartos de campo. A la pérdida de balón va a recuperarlo, para lo que encuentra facilidades por las características de los puntas. Con centrales fuertes que no salen demasiado para no arriesgar, el Celta se compacta para defender. Junta las líneas y adelanta su defensa, pero no en exceso para no caer en sorpresas a su espalda. Fontàs y Cabral son centrales medianamente solventes con el fútbol de cara, pero sufren si se producen desequilibrios desde las alas o con espacios entre ellos y el portero. Hugo Mallo y Jonny son laterales de parecido corte, particularmente ofensivo este último pero capaz de dejar huecos a sus espaldas, mientras que la libertad de los tres de arriba se compensa con tres volantes de contención, Augusto, Pablo Hernández y, con más salida, Wass.

CON BALÓN

Berizzo no renuncia a jugar el balón, pero pide mínimos riesgos. El tridente de arriba fomenta los duelos en carrera y los uno contra uno, capaces de exigir a cualquier rival un nivel muy alto de velocidad y chispa. Orellana tiene libertad y se ofrece para buscar los huecos. Si su enemigo logra aislarlo, habrá ganado mucho para que no les lleguen balones a Nolito y a Iago Aspas. Las subidas de Jonny son otra fuente.

LO MEJOR

El dinamismo, la contra...

LO PEOR

Defensa tosca.

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