A por el refrendo

Con refuerzos o sin refuerzos, con lesiones o sin lesiones, el Sevilla necesita arrancar ya en la Liga después de haberlo hecho en la Liga de Campeones. El equipo de Unai Emery no puede ceder más terreno en el campeonato español, que cumple ya su cuarta jornada. La alta autoexigencia del club, reforzada por la gran inversión realizada, impele a los hombres que elija hoy el entrenador de Fuenterrabía a salir con toda la cuerda dada para lograr el primer triunfo liguero. El horario invita a una plácida mañana dominical, pero enfrente estará un rival que querrá dejar un regusto amargo en el desayuno de los sevillistas. Nada es sencillo en la rutina de nuestro fútbol y, si no, que le pregunten a Emery, que tendrá que buscar una solución de urgencia a la nueva circunstancia negativa en la defensa. Mientras espera que los refuerzos se vayan subiendo al carro, el técnico tendrá que hacer malabares para configurar la retaguardia. Va en el cargo.

El Sevilla no tiene más remedio que ganarle hoy al Celta para que las iniciales dudas no se conviertan en una pesada losa. Es demasiado pronto para las emergencias, pero es que las altas exigencias implican esto precisamente. La comodidad hace tiempo que la dejó atrás este Sevilla que quiere seguir creciendo tanto en la Liga como en Europa y refrendar ese prurito de grandeza es lo que está en juego este cálido mediodía en el Sánchez-Pizjuán, que aún vibra por lo vivido el martes.

Los sevillistas que disfrutaron con su equipo ante el Borussia Mönchengladbach quieren volver a ese equipo intenso, con ritmo, con anticipaciones de sus centrales, con pasitos adelante de sus mediocampistas y con permutas en sus delanteros, fútbol de verdad y a una alta velocidad, en definitiva. Para ello, Emery podría tirar de rotaciones, o no.

Tendrá que realizar cambios de manera obligada en esa defensa nuevamente agujereada por los percances físicos. Tremoulinas sufrió un golpe en la rodilla ante los alemanes y no llega al choque. Escudero, que estaba esperando su oportunidad, se queda sin ésta al recaer en las molestias que han condicionado su puesta a punto desde su llegada. Y Emery todavía estará dándole vueltas a qué solución dar. Lo lógico es que un lateral diestro actúe a pierna cambiada, porque implicaría no tocar ese dúo de centrales que está acoplándose en buena armonía y que forman por circunstancias Andreolli y Kolodziejczak. Y también es lógico pensar que Emery elija para ello a su jugador comodín, Coke.

Enfrente estará el inquietante Orellana, especialista en meterse hacia dentro y en realizar zigzagueantes diagonales y eléctricas combinaciones. Junto al exterior chileno formarán el móvil tridente celtiña Iago Aspas y Nolito, una seria amenaza para cualquier defensa y más si ésta está tan condicionada como la del Sevilla. La decisión de Emery no será fácil de tomar y no es descartable que vuelva a optar por Krychowiak, aunque ya quedó demostrado que era desvestir a un santo sin vestir a otro.

Sea cual fuere la elección, el Sevilla tiene mimbres de sobra para ir por el Celta y que sea el trabajado equipo de Berizzo, que presenta su flanco débil precisamente en la retaguardia y tiene a Fontàs entre algodones, el que se preocupe del ataque sevillista, en el que es posible que Llorente actúe como principal refuerzo, después de no jugar ni un minuto el martes. Más incógnitas presenta el mediocampo en cuanto a las rotaciones. Vitolo era candidato a descansar antes de visitar Las Palmas, pero sin lateral izquierdo específico apunta a titular. ¿Entrará Konoplyanka? ¿Descansarán Banega o Reyes? La solución a la rutinaria incógnita del once de Emery se resolverá bien pronto esta vez. A las doce comienza a rodar el balón.