La Champions deja pequeño el Pizjuán

El Sevilla quiere sacar ya, para las dos grandes citas ante City y Juve, la medida de 'asiento libre' para poder vender las localidades que no usen los socios. Los miembros de la UEFA, encantados con el ambiente.

Konoplyanka celebra su primer gol en el Sánchez-Pizjuán, que aparece lleno.
Konoplyanka celebra su primer gol en el Sánchez-Pizjuán, que aparece lleno.
Eduardo Florido Sevilla

17 de septiembre 2015 - 05:02

El Sevilla lleva estudiando desde hace tiempo una medida para sacar el máximo rédito a su aforo. El Sánchez-Pizjuán se puede quedar pequeño para las dos grandes citas que tiene que acoger frente al Manchester City, el 3 de noviembre, y la Juventus, el 8 de diciembre, día de la Inmaculada además. El club prevé sacar ya para estos partidos la fórmula de asiento libre, que ya usan otros grandes equipos, de modo que los socios que no puedan acudir a un partido puedan ceder su localidad para que pueda ser sacada a la venta. Ante el Borussia Mönchengladbach, el sevillismo vivió una gran fiesta, y el club casi cuelga el cartel de no hay billetes. Apenas se quedaron sin vender entre 45 y 50 entradas, sobre todo de 140 euros. Las localidades más baratas, desde 50 euros, se vendieron todas. Y, aun así, el lleno no fue total: hubo 36.959 espectadores.

Según las cuentas que ha hecho el club, unos 3.000 socios no acudieron al reestreno en Nervión de la Liga de Campeones. Hay que tener en cuenta que la normativa de la UEFA para sus partidos reduce considerablemente el aforo, que se queda en poco más de 40.000. De ellas, 2.257 localidades de Gol Sur se reservan para la afición visitante -los alemanes devolvieron unas 500 entradas que no se pueden usar-, además, por seguridad quedan inutilizadas en esa zona 972, de modo que 2.100 socios de Gol Sur son reubicados en Preferencia. Además, la UEFA se reserva 950 entradas para sus compromisos, aunque parte de estas entradas se pueden poner a la venta posteriormente si no las usa. Ante el Borussia sólo salieron a la venta poco más de 2.000 entradas para el público local.

Lógicamente, la demanda de entradas baratas era mayor que la oferta y para próximos partidos de enjundia la idea es vender un gran porcentaje de esas localidades para sacar el máximo rédito posible a la gran fiesta de la Champions, y satisfacer de paso la demanda de ese sevillismo no abonado que quiere ver a su equipo en las grandes citas que se avecinan en noviembre y diciembre.

El plan que estudia el Sevilla es usar la fórmula de asiento libre sólo para determinados partidos en los que prevea que se puede colgar el cartel de no hay billetes. Ya el día del Atlético pasó algo parecido al del M'Gladbach. La medida pasa por reintegrar al socio que ceda su localidad para un partido determinado el 25% del precio al que salga la venta esa entrada, con un tope del 20% del precio del abono a reintegrar si un socio va acumulando cesiones de su localidad en distintos partidos. La cesión se podrá hacer por internet mediante una clave específica.

La expectación generada por los fichajes, la trayectoria europea, el reencuentro con la Champions y la grandeza de los rivales del Grupo D invitan al club a agilizar la medida, porque ya hay peticiones de entradas para los días del City y la Juve, para los que espera otra noche con ambiente espectacular.

Ante el Borussia, los miembros del equipo de trabajo de la UEFA quedaron encantados con el ambiente vivido en Nervión. Ni siquiera les desagradó que el himno de la Champions apenas se intuyera de fondo ante el estruendo de una afición volcada a la salida de los equipos. El detalle de Biris Norte con la pancarta de apoyo a los refugiados también gustó, así como el hecho de que no hubiera ni un insulto ni un incidente, sólo dos hinchadas volcadas con sus equipos en un ambiente apasionado de fútbol, propio de una gran noche europea según Sevilla.

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