Difícil, que no imposible

El Sevilla está dispuesto a contentar a Unai Emery. A pesar de que la dirección deportiva ha puesto en sus manos una de las mejores plantillas de la historia del club, gracias al esfuerzo realizado en los primeros nombres de la lista de Monchi, el entrenador ha pedido un tercer delantero distinto a los que hay y el nombre de Fernando Llorente se mantiene como la principal vía. Es una vía difícil, muy complicada, por la enjundia del futbolista y del club que es propietario de su ficha federativa. Pero eso no quiere decir que sea imposible. El riojano se ha quedado sin sitio en la Juventus tras los fichajes de Mandzukic, Zaza y Dybala, además de Morata. Y el Sevilla quiere entreabrir ese resquicio para fichar al ariete.

La opción ideal que maneja el Sevilla está lejos de lo aireado ayer desde Italia. El diario Tuttosport habla incluso de una oferta en firme llegada desde Nervión de diez millones de euros. La Juventus necesita liquidez porque en su nueva delantera ha gastado ya la friolera de cerca de 70 millones de euros: 19 en Mandzukic, 18 en Zaza y nada menos que 32 en el jovencísimo Dybala. Y ahora quiere afrontar el fichaje de Drexler. Según este rotativo, en Turín esperan como agua de mayo el dinero del Sevilla para afrontar la operación del mediapunta del Schalke 04. Pero el Sevilla ya ha realizado también importantes desembolsos en N'Zonzi, Immobile, Rami y Konoplyanka, incluyendo costes de traspaso y amortizaciones de las elevadas fichas de estos futbolistas, amén de los costes menores, pero también considerables, de Kakuta, Escudero, Krohn-Dehli y Mariano. Porque si bien es cierto que el club tendrá que desembolsar unos 35 millones en costes de traspaso, también lo es que las amortizaciones de las fichas de jugadores de primer nivel como Rami, N'Zonzi, Immobile y, sobre todo, Konoplyanka, pese a que llega libre, son muy elevadas.

Por ello, dentro de la línea de seriedad presupuestaria del club, José Castro no quiere que el fichaje de Llorente suponga una rémora a largo plazo, como podría ser el montante de una operación con traspaso más la importantísima ficha que cobra actualmente en la Juventus, de 4,5 millones netos.

Así las cosas, la dirección deportiva, tras haber convencido al jugador, espera que la Juve dé el plácet a una operación asumible, posiblemente en forma de cesión o por rescisión de contrato, teniendo en cuenta que llegó libre desde Bilbao. Todo pasa por que el futbolista, a sus 30 años, presione en Turín. Además, debe renunciar a una cuota sustancial de su ficha, como ya podría haber hecho, para darle prioridad al premio deportivo que sería relanzar su carrera en un club tan apetitoso como es el Sevilla actual.

Por ahí deben ir los tiros para que la operación llegue a buen puerto y el riojano, con el aliciente de reengancharse a la selección para la próxima Eurocopa, está dispuesto a aprovechar la ocasión que le ofrece el Sevilla. Otra cosa es que algún poderoso como el Madrid llegue con dinero para pagar su traspaso, como desea la Juve. Ahí no tendría nada que hacer el Sevilla, que espera taimado su ocasión. Difícil, que no imposible.