Fútbol en cuatro idiomas
Lejos de simples intérpretes, Emery exige entrenadores que sepan transmitir el juego en varias lenguas . La llegada de Cheryshev complementa el inglés y el dominio del francés de Carcedo.
En una sesión de entrenamiento del Sevilla las voces se entrecruzan. Entre órdenes, palabras de ánimo, aprobaciones... no puede apreciarse ni un segundo de silencio. Fundamantalmente Unai Emery, Juan Carlos Carcedo y Pablo Villa monopolizan la banda sonora de un equipo en el que la intensidad está siempre presente en cada jornada de trabajo, y la intensidad sin la comunicación de forma continua no es posible.
Pero lo curioso es que, pese a que alguien dijo hace mucho tiempo que el idioma del fútbol es universal, esto bien se sabe que no es así. La adaptación de un futbolista depende en gran porcentaje de su integración en el grupo y sin poder entender lo que explican los entrenadores esto no es posible. La experiencia de Ciro Immobile en el Borussia Dortmund ha sido un claro ejemplo. El italiano, en una entrevista a este diario, explicó que en su primer año allí tuvo a un traductor, un privilegio del que no pudo disfrutar el último curso.
Pero Emery va más allá de un simple traductor. El técnico de Fuenterrabía solicitó al club la posibilidad de tener para Konoplyanka una persona que pudiera "explicarle fútbol" en un idioma que él entendiese pero sobre el campo, en las mismas sesiones de entrenamiento. Lo ideal, un entrenador con conocimientos de ruso, lo que explica la llegada de Dimitri Cheryshev al cuerpo técnico, al margen de que ya junto al primer equipo trabajaba una persona con conocimiento de ruso, el readaptador Juan Jiménez Candau, que fue su primer cicerone en sus primeros días en La Manga y que trabajó dos años junto a Paulino Granero en el CSKA Moscú.
No obstante, el apoyo lingüístico de Cheryshev es para sólo un futbolista, pero en un entrenamiento del Sevilla se pueden oír órdenes en francés y en inglés, aparte, por supuesto, de en español. Para la amplia legión francófona, Emery cuenta desde hace años con la persona perfecta. Su mano derecha, Juan Carlos Carcedo, aparte de ser un excelente dinamizador para el grupo, es el encargado de explicar fútbol a los franceses en su llegada. El técnico riojano, en su etapa de jugador, pasó tres temporadas en el Olympique de Niza (de 1999 a 2002) y habla perfectamente el idioma galo, que utiliza sólo y exclusivamente para aclarar dudas sobre alguna tarea meramente futbolística. Aparte, el inglés es la lengua universal y a Emery, que lo perfecciona, se le ha podido oír dar instrucciones cortas en los primeros días a N'Zonzi, habituado a escuchar fútbol en anglosajón en el Stoke.
De cualquier forma, todos tienen claro que no pueden abusar de los idiomas maternos de cada jugador. "No te lo repito en francés porque éstos se ponen a hablar en francés", le decía Carcedo a uno de los nuevos refiriéndose a los demás francófonos del grupo.
Cuando el balón corre los buenos futbolistas se entienden bien, pero para Emery esto no basta. El traductor debe ser intérprete y que sepa transmitir fútbol, algo exclusivo de los entrenadores titulados. Es la diferencia.
También te puede interesar