Rami, en la fase decisiva

El Sevilla está cerca de fichar a uno de los pilares de la planificación. Olvidado ya Konoplyanka, cuyo futuro continúa siendo una fuente continua de rumores, desmentidos y vanas alertas informativas, el club ha centrado sus esfuerzos en uno de los hombres elegidos para reforzar el equipo. Monchi y Unai Emery consensuaron que hacía falta un central contrastado, de envergadura, con oficio y trayectoria de primer nivel y el elegido fue Adil Rami (29 años). Y la negociación con el Milan se encuentra en su fase decisiva y es posible que la próxima semana, más pronto que tarde, haya novedades positivas sobre su fichaje. El futbolista, después de hablar con el entrenador que le sacara su mejor rendimiento en su ya dilatada trayectoria, se ha convencido de que el Sevilla puede relanzarlo al primer escaparate en un año decisivo para la Eurocopa de Francia. Rami quiere disputarla en su país y ese deseo importa.

En principio, el Sevilla solicitó su cesión con opción de compra. El hermetismo del club, tras la mala experiencia con Konoplyanka, es absoluto. Pero el optimismo con el que habló Monchi de su posible llegada tras la presentación de Krohn-Dehli está bien fundado, según ha constatado este diario con fuentes cercanas a la negociación.

Muchos son los factores que pueden posibilitar la llegada de Rami al Sevilla. Con Emery alcanzó su cénit hace cuatro años, el último del técnico sevillista en el Valencia antes de su fallida aventura en Moscú y de su exitoso desembarco en Nervión. Actuó en 53 partidos oficiales en aquella campaña 11-12 (4.746 minutos), jugando 33 partidos de Liga, seis de Champions, siete de Liga Europa y otros siete de Copa. Entre todas las competiciones hizo seis goles, ya que Emery recuperó la faceta goleadora de Rami, que mostró en sus primeros años en el Lille, al aprovechar su envergadura (1,90 metros) en el juego de estrategia.

El curso siguiente, Rami estuvo a las órdenes de Pellegrino y Valverde en Mestalla. Pese a los vaivenes del equipo levantino, mantuvo su nivel y jugó 36 partidos (2 goles) entre Liga, Champions y Copa. Y ya fue en la siguiente campaña, la 13-14, cuando tuvo ese durísimo enfrentamiento con Djukic que lo llevó al Milan, primero como cedido desde enero de 2014 y después en propiedad, al ejecutar el club lombardo la opción de compra en verano por 4,5 millones de euros.

El curso pasado jugó 21 partidos en el Milan. Un par de lesiones le provocaron una baja, en dos fases, por la que se perdió nueve partidos de la segunda vuelta. El jugador franco-marroquí desea volver a jugar la Champions, cosa que hizo con asiduidad en el Valencia, y volver a competir al más alto nivel. El hecho de que el Milan tampoco esté la próxima temporada en Europa ha ayudado también al Sevilla a acometer su fichaje, así como que el club rossonero está intentando realizar un reciclaje total de su plantilla para iniciar un nuevo proyecto que lo levante de las cenizas tras dos temporadas pésimas.

En cuanto a Konoplyanka, el club dio por zanjada la negociación después de haber tenido una paciencia infinita con el jugador, su padre y el presidente del Dnipro, Igor Kolomoyski, que sigue teniendo mucho que decir en todo el enredo. Sin embargo, el padre del futbolista volvió a dejar alguna puerta abierta al decir que "en fútbol todo puede pasar". Pero volvió a cerrarla al insinuar que es posible que se quede en el Dnipro. Un inesperado rumor surgió en el día de ayer. Algunas fuentes aseguraron que estaba pasando el reconocimiento médico en Londres para firmar por el Tottenham. Pero no termina de confirmarse su futuro.