El campeón que militó en tres semifinalistas
Bertoni recuerda su paso por el Sevilla, la Fiorentina y el Nápoles, en el que coincidió con Maradona, ante la visita italiana. "Es un orgullo haber vestido esas camisetas".
Aunque a varias generaciones de sevillistas sólo les suene su nombre por los libros de historia, los que ya han cumplido 40 años saben muy bien quién fue y quién es Ricardo Daniel Bertoni (Bahía Blanca, Argentina, 14-03-55). El único futbolista, junto a Maresca, que ha vestido la camiseta de los dos equipos que estarán el jueves en el Sánchez-Pizjuán. En su caso, lleva a gala haber militado en tres de los cuatro semifinalistas de la UEFA Europa League, pues también jugó en el Nápoles y fue compañero, nada más y nada menos, que de Diego Maradona.
Estamos hablando de un grande del fútbol mundial, de un campeón del mundo en Argentina 78, cuando en España se estrenaban televisores en color, y en Sevilla una afición sufragaba, mediante una subida del precio de los carnés, el fichaje de un jugador top justo antes de que comenzara el Campeonato del Mundo. Lo que Del Nido gustaba en llamar un fichaje "de campanillas".
"Me siento orgulloso de haber pertenecido y de vestir las camisetas del Sevilla, de la Fiorentina y el Nápoles, donde tuve la suerte de entrenar junto a Maradona, tres semifinalistas de esta competición tan prestigiosa. Será un partido especial para mí, claro está. Lo que pasa es que en la época nuestra eran dos clubes (el Sevilla y la Fiorentina) que difícilmente podían entrar en tantas competiciones", rememora Bertoni desde el otro lado del Atlántico, donde se hizo futbolista grande para dar dos temporadas fantásticas y hacer muchos amigos en Sevilla. En el verano de 1980, los millones de Italia se llevaban a este delantero mágico, una máquina junto al Gringo Scotta de ganar niños para la causa blanca. Ambos se llevaron a la Catedral de Buenos Aires una talla de Álvarez Duarte, el Cristo del Gran Amor, denominado el Cristo de los Futbolistas, muy venerado en la capital bonaerense y a quien rezaba el papa Francisco.
"En ese momento se abrían las fronteras. El Sevilla a lo único que podía aspirar era a un sexto o séptimo puesto. Estábamos Scotta y yo y los demás eran todos de allá, aunque había jugadores de mucha clase como Julián Rubio y Montero, aparte de Pablo Blanco, que era como una bandera". Los recuerdos y las vivencias se amontonaron recientemente, con la visita del Sevilla a Buenos Aires para disputar un partido histórico ante River Plate.
Bertoni se fue a una Fiorentina que ese verano tiró la casa por la ventana. Junto al sevillista, fichó a Massaro con 20 años, a Graziani, Cuccureddu y Wierchowood. El capitán Antognioli, Passarella, Giovani Galli o Carboni compartieron vestuario con el que en su momento fue el fichaje más sonado de la historia del Sevilla.
La del jueves asegura que será una eliminatoria apasionante que le traerá a la mente su relación con dos ciudades "bellísimas" y su conexión con los aficionados. Da ligera ventaja al Sevilla, pero recalca que será igualada. "Para el Sevilla si lo gana será ya el cuarto título de este torneo y está ya acostumbrado a competir. Ellos no tienen la misma experiencia, pero será un equipo duro y tendrá sus opciones. Igual que el Nápoles, al que también veo en la final. Una final Sevilla-Nápoles sería preciosa", advierte para continuar: "Las aficiones de Sevilla y Florencia son distintas. El sevillismo es más alegre, se divierte más en la cancha; el italiano es más tifoso porque sufre mucho más y lo vive con mucha pasión".
Por su condición de equipo italiano del rival y por su experiencia, sabe que el Sevilla sufrirá. "Va a ser un partido con fútbol muy táctico muy bien posicionado. No será fácil, igual que tampoco lo tendrá fácil el Real Madrid contra la Juventus. Si el Sevilla saca un buen resultado en casa en un campo que aprieta de lo lindo habrá ganado mucho, pero los italianos también son muy calientes", precisa el ex jugador, cuyo último contacto con el fútbol fue un paso como técnico de Independiente en 2004 y que sigue llevando en el corazón su pasión por el Sevilla y por una tierra en la que disfrutó mucho.
También te puede interesar