Una deuda con la afición
sevilla - maribor · la previa
El Sevilla, a salir con la guardia alta para eliminar al Maribor y alimentar su sueño de llegar bien lejos en Europa. El ridículo ante el Racing, aún fresco, debe servir al equipo... y a Emery.
El Sevilla prosigue esta tarde con su aventura europea. El pasado verano, simplemente por presentar un estado de cuentas regularizado, le cayó del cielo el salvoconducto para regresar a la Liga Europa después de que dos equipos que hicieron más méritos sobre el campo, Málaga y Rayo Vallecano, fueran castigados por ese Fair Play financiero que preconiza la UEFA.
El Sevilla no tiene que pedir perdón a club alguno, era el siguiente de la lista y punto. Quien se sienta agraviado que zanje sus deudas. El club de Nervión sólo tiene una deuda, sólo debe pedir perdón a quienes debe rendir cuentas antes que a nadie: a su afición. La ominosa eliminación ante el Racing de Santander en la Copa dejó una herida que aún no termina de cicatrizar. Y la cita de hoy es de un pelaje similar a aquella de diciembre.
El mejor modo de saldar esa deuda es saltar hoy con la guardia bien alta, respetar al NK Maribor como si de un clásico continental se tratara y resolver el pase a los octavos de final con fútbol y goles. A ese enorme borrón copero se une que los sevillistas tampoco describen una trayectoria ideal, ni mucho menos, en la Liga. Sobre todo como locales. Doce partidos han disputado los blanquirrojos en el campeonato doméstico y sólo en cinco de ellos los tres puntos se quedaron en Nervión: Rayo Vallecano (4-1), Almería (2-1), Osasuna (2-1), Betis (4-0) y Getafe (3-0). Todos ellos, equipos que miran a la permanencia. Eso se traduce en crispación generalizada. Y en la evidente merma del crédito del principal responsable, sobre la hierba, de este decepcionante rendimiento, Unai Emery.
Hace una semana, en Eslovenia, movieron a la inquietud las sensaciones que desprendió el bloque que adiestra el entrenador vasco. El Maribor, con una ilusión desbordada y una intensidad plena, sacudió a los sevillistas en una primera parte sorprendente. Naufragó ese once inicial con Cristóforo en el eje, más Pareja como central, más Cheryshev en esa línea de tres mediapuntas. Demasiados jugadores en off, desenchufados.
Al animoso equipo morado le bastó con su arrojo y descaro para desestabilizar a la frágil columna vertebral del Sevilla. Lógicamente, el Maribor es el Maribor, un equipo con defectos evidentes que, por sí solos, salieron en el transcurso del partido. Su manifiesta debilidad defensiva fue un chollo para Rakitic y Marko Marin, cuya calidad, más la pegada de los sevillistas, dieron la vuelta a la tortilla en la segunda parte.
Finalmente, otro error defensivo del Sevilla permitió a Vrsic conectar un zurdazo que restableció el empate (2-2). Y así se presenta el Maribor hoy en Nervión. Con todo por ganar, encantado de saltar a jugar con un equipo que celebró dos Copas de la UEFA hace poco.
¿Habrá tomado nota Emery de lo sucedido hace una semana? Como Iborra no va a poder jugar ante la Real el domingo a causa de su severa expulsión en Vallecas, es de suponer que hoy jugará en la sala de máquinas. A su lado, y analizando las bajas prestaciones de Cristóforo en Eslovenia y la enjundia del rival, Emery puede optar por retrasar a Rakitic. Eso daría más opciones de ser titular a Marin, un jugador que necesita minutos para adquirir ritmo.
También necesita minutos en su puesto natural Gameiro, quien después de fallar varias ocasiones en la ida, empezó a enderezarlo todo con ese gol que supuso el 1-1. Emery mira a un lado y ve a un Maribor que amenaza con repetir la gracia del Racing; mira al otro y ve a una Real, enemigo directo en la Liga, que asomará el domingo por Nervión. Y tendrá que sopesar los factores de una y otra cita para conformar el equipo de hoy. Lo único seguro es que hoy no se verá tentado a volver a alinear a M'Bia como central, como hizo en la aciaga noche copera ante los cántabros. Hoy no saltará a la hierba de Nervión la Juventus o el Tottenham, pero para abrir la puerta a esa posibilidad hay que mirar al Maribor como si de uno de ellos se tratara. Sólo así, en dos semanas, proseguirá la aventura europea ante el Rubin Kazán... o el Betis.
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