Honor, crédito y Vallecas
maribor | sevilla
El Sevilla debe encarrilar en Eslovenia su pase a octavos y recuperar la dinámica positiva cara a la Liga. El agotadísimo crédito de Emery puede condicionar las rotaciones que decida.
"En klub, ena cast". Traducido al castellano, "un club, un honor". Es el lema del NK Maribor, el club del noroeste de Eslovenia que hoy recibirá al Sevilla FC. Y lo hará, precisamente, con todos los honores. Un club, el de Nervión, se ganó un honor, y alto, por sus recientes conquistas continentales. De ahí el respeto ganado.
Pero el honor no es perenne, hay que alimentarlo. Y eso es lo que precisamente se juega este titubeante Sevilla de Emery cerca de la frontera austríaca a las muy europeas 21:05 horas. Para que el cartel ganado no pierda vigencia, hay que seguir logrando victorias, cruzar eliminatorias y dejarse ver con los rivales que realmente tienen enjundia.
No es el caso de lo que le compete a los sevillistas hoy, que el NK Maribor no es nadie en el concierto internacional. Pero el glamour, y la ilusión desbordada por reverdecer esos laureles de 2006 y 2007, exigen un peaje previo que se paga en pulsos emboscados como el que aguarda en esta pequeña ciudad eslovena que es un poco mayor que Dos Hermanas.
El hecho de que el Sevilla tenga muchísimo que perder y bastante menos que ganar, exige que redoblen su empeño quienes salten a defender ese singular escudo con la ese, la efe y la ce entrecruzadas. La Liga Europa se está empezando a animar con la entrada de las eliminatorias directas. Y para abrir la puerta de los octavos, quién sabe si los cuartos o incluso las semifinales y esa finalísima de Turín, antes hay que arremangarse y remar en galeras. En partidos del pelaje del que se anuncia para esta noche.
Honor, prestigio. Acrecentar la ilusión de repetir esas gestas que solazan al sevillismo con su mero recuerdo. Todo eso se juega hoy el Sevilla. Y mucho más: encarrilar la eliminatoria tendría dividendos indirectos cara a esa Liga que tanto se torció desde aquel punto de platino arrancado en el Vicente Calderón.
Antes de ese empate a sangre y fuego ante el Atlético, el Sevilla había dado otro paso corto con sus tablas en Elche. Y su racha sin ganar se alarga ya hasta las seis jornadas, con una cosecha de dos puntos de 15 que lo ha descolgado del sueño de la cuarta plaza (el Athletic se le fue a 12 puntos) y ha provocado que sus perseguidores, lejanos en el ecuador de la Liga, lo hayan cazado ya. Valencia, Levante y Espanyol atesoran los mismos 32 puntos que los sevillistas.
Seis jornadas de Liga sin paladear una victoria asfixian a cualquiera. Y más aún a Unai Emery, que jamás ha gozado de un predicamento pleno en Nervión. El entrenador vasco afronta la partida de hoy con una urgente necesidad de crédito. Todo lo que no sea ganar al modestísimo Maribor desestabilizará aún más su débil posición.
Unai sabe, además, que las dinámicas negativas de un frente se pueden cortar con una balsámica victoria desde otro. Un triunfo convincente, con juego y goles, en una pequeña ciudad a más de 2.000 kilómetros de Vallecas puede redundar en una carga de energía positiva para ese importantísimo partido que se anuncia para el mediodía del domingo en el sur de Madrid.
Por ello, el entrenador sevillista va a plantear la cita de hoy mirando de reojo al Rayo -encima el regreso de Eslovenia será el viernes a mediodía, apenas dos días antes de jugar en Vallecas-, pero muy consciente, al mismo tiempo, de que necesita ganar a los eslovenos como sea para que la soga no se ajuste aún más en su cuello.
Tendrá Emery que domeñar sus propias urgencias a la hora de refrescar al equipo y reservar parte de su batería de asalto para el Rayo. Y ante este panorama, se multiplican las especulaciones sobre los once sevillistas que hoy salten al pequeño estadio Ljudski (unos 13.000 espectadores). Lo único seguro es que retornará a la portería Javi Varas, el portero para la Liga Europa. Y no será mala ocasión para que el guardameta de Pino Montano se reivindique con vistas a la Liga, visto el irregular rendimiento que sigue ofreciendo Beto.
En la zaga, después de cumplir ante el Valencia su sanción por acumulación de amonestaciones, es probable que Figueiras vuelva a ser el lateral derecho: siendo ínfima la aportación del luso en los últimos meses, Coke no ha mostrado más en sus recientes actuaciones, y el primero cuenta con ventaja sobre el segundo a los ojos de Emery.
Otro que puede retornar al equipo es Fernando Navarro en detrimento de Alberto Moreno. En el eje de la zaga, la duda de siempre: junto a Fazio, ¿Pareja o Carriço? En el medio, no es mala ocasión para dar entrada a Cristóforo y dar descanso a Iborra pensando en el mediodía vallecano. Como el doble pivote defensivo ha resultado más provechoso que perjudicial fuera de casa, es de suponer que hoy, Unai lo vuelva a ordenar, con lo cual Rakitic puede volver a actuar en posiciones más adelantadas.
Y analizando las demarcaciones más ofensivas, persisten las incógnitas de cada víspera de partido en este Sevilla de Unai, que tanto ensaya a puerta cerrada. Jairo, Vitolo, Reyes, Cherysev y Marko Marin. De ese quinteto saldrá un dúo para acompañar a Rakitic. Como punta de lanza, la noche es propicia para que Gameiro actúe por fin en su posición natural mientras Bacca se sienta incialmente en el banquillo.
Salgan los que salgan, el propósito es claro: encarrilar el pase a octavos -ante el Betis o el Rubin Kazán ruso- para alentar el sueño europeo y, de paso, obtener un impulso que recomponga la figura del otro Sevilla, el de la Liga.
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