El guión pide ya el golpe definitivo

Sevilla - levante · la previa

El Sevilla necesita coronar su buena racha con un triunfo que lo meta por fin en la zona europea.

Buen ambiente escenificado en una piña con Reyes, Alberto Moreno, Rakitic y Carriço sobre Bacca. / Belén Vargas
Buen ambiente escenificado en una piña con Reyes, Alberto Moreno, Rakitic y Carriço sobre Bacca. / Belén Vargas
Jesús Alba

25 de enero 2014 - 05:02

Ahora que Unai Emery se ha ganado que lo miren de otra manera a como el sevillismo lo veía antes del paso por Cornellà y que la racha positiva que acumula invita al optimismo, pocos son los que se imaginan un tropiezo en lo más llano. Con la Liga fragmentada en varios estratos bien definidos, el Sevilla debe hacer valer la calidad, cantidad y versatilidad de su plantilla para no desaprovechar la ocasión que brinda una competición con menos rivales que nunca en la lucha por sus objetivos.

El Sevilla -y su esfuerzo le ha costado- está enganchado en el grupo que pelea por la plaza que queda suelta de Champions y las dos de Liga Europa. Pero todavía es el último de esta carrera pese a que los dos últimos meses de competición han sido casi de matrícula de honor para los de Emery. El punto en el Vicente Calderón, más que nada por su efecto en la moral del grupo, ha significado algo así como marcarle el territorio a sus rivales, como hacerles ver a Villarreal, Athletic y Real Sociedad que el Sevilla está ahí.

Pero todo esto tiene su truco. El cuerpo técnico de un equipo profesional está en la obligación de frenar la euforia o, en su defecto, cualquier síntoma de relajación. Y la visita de un equipo como el Levante ha de ser un aviso lo suficientemente claro como para apretar los dientes como si en vez de Babá -que no estará por contrato- el delantero de los de Caparrós fuera el mismísimo Diego Costa.

Esto sigue y de nada le servirá a Fazio su puñetazo al abdomen del brasileño que tantos palmetazos en la espalda ha recibido esta semana si vuelve a dejar en alguna jugada puntual esa imagen que durante tanto tiempo ha exasperado a la afición sevillista. De nada servirá el punto arrancado en el fortín de la ribera del Manzanares si los de Emery se comportan, por ejemplo y sin ir más lejos, como en Elche, por mucho que al final un gol de Carriço maquillara un mal partido.

El fútbol requiere una continua ingesta de estímulos y exigencias. Y al Sevilla, aún fuera de los puestos europeos, el guión le está pidiendo el golpe definitivo en un torneo en el que los enemigos están muy claros. Ganar significaría hoy para los de Emery dormir en la sexta plaza dos noches (la de hoy y la de mañana) y meter presión a la Real Sociedad, quien, con dos puntos más (33), recibe el lunes en Anoeta al Elche.

La referencia de lo hecho ante el Getafe está fresca. Hasta el momento, ese partido ha sido el mayor hito del Sevilla de Emery, el modelo que más se ha acercado a lo que desea el de Fuenterrabía desde que llegó a Nervión hace ya algo más de un año, poco más, la verdad. El debate sobre Rakitic aquí o Rakitic allí parece ya resuelto. El mismo Carriço en una entrevista en estas páginas durantes esta semana confesaba que lo mejor para el Sevilla es que el suizo-croata juegue en casa como medio centro creativo unos metros más atrás para facilitar la salida del balón desde la defensa y como mediapunta en los partidos a domicilio para que un doble pivote equilibre el sistema defensivo. Y ésa es la obligación del entrenador, dar con la clave para lograr el mejor resutado para su equipo, no la mejor imagen ni exponer las mejores intenciones.

Es de esperar que el equipo de Joaquín Caparrós opondrá más resistencia que el de Luis García Plaza, pero también, a favor de los blancos, está el desgaste que los granota tuvieron que hacer el miércoles para aguantar el tipo un ratito ante el Barcelona en la Copa, un esfuerzo que le dio hasta para adelantarse en el marcador.

De todas formas, un equipo de Caparrós es siempre un equipo de Caparrós y bien haría el cuadro sevillista en no fiarse porque, además, por simple estadística, no habría que extrañarse si al final de la noche se confirma el tropiezo por no tomarse en serio un partido en el que hay en juego tres puntos, los mismos que el pasado domingo ante el Atlético.

Con Alberto Moreno fuera de la relación de hombres disponibles por sanción, la alineación parece clara, si bien Emery no dio la lista oficial de convocados y lo hará hoy. Con dos puntas, Gameiro y Bacca, y Rakitic junto a M'Bia en el centro del campo, el Sevilla se comportó extraordinariamente bien en el plano táctico ante el Getafe, así que todo hace indicar que, salvo algún cambio, la cosa puede ir por ahí con respecto al once inicial. Iborra por el camerunés, por ejemplo, ya que éste viene de una lesión.

La temporada, dejado atrás definitivamente el profundo bache que hizo tambalear el proyecto de Emery, ha llegado a un momento en el que es necesario afinar para posicionarse lo más correctamente posible. La Champions (Athletic) está todavía a ocho puntos, pero cualquier momento es bueno para recortar. El ejemplo lo protagonizó el Madrid la jornada pasada con la ayuda de los dos equipos que hoy se miden en el Sánchez-Pizjuán, Sevilla y Levante, quienes, inesperadamente, hicieron pinchar a Atlético y Barça.

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