Fazio se gana el respeto

Su forma de frenar a Diego Costa le da un reconocimiento unánime. El Sevilla, invicto desde su vuelta.

Perotti bromea con su compatriota Fazio durante un entrenamiento.
Perotti bromea con su compatriota Fazio durante un entrenamiento.
Eduardo Florido / Sevilla

21 de enero 2014 - 05:02

El fútbol tiene mucho de pulsión emocional, muchísimo. Lo visceral es inherente al deporte rey. Por ello, la imagen de Fazio respondiendo con virilidad a una provocación del antipático Diego Costa fue, para el aficionado sevillista, como la guinda del punto de oro que consiguió el Sevilla en el Vicente Calderón. Quizá resulte zafio destacar el fútbol subterráneo como una virtud, pero eso también forma parte del espectáculo y el aficionado medio se siente identificado con el jugador que maneja esos resortes y no se amilana ante el gallito de turno. Porque a veces no basta con realizar partidos inmaculados desde el punto de vista técnico y táctico... Que le pregunten a Federico Fazio, ahora unánimemente reconocido.

Fazio se ha ganado el respeto de una afición que siempre ha estado dividida respecto a su capacidad y a su aportación al Sevilla, y que incluso ha acuñado un concepto para señalar de forma inmisericorde sus yerros: la faziada. Por muy completo que fuera su partido, siempre había alguna pega: que si su frialdad, que si la excesiva altura, que si la escasa cintura... Todo eso parece haber quedado en un segundo plano en un futbolista que demostró, por si alguien no lo sabía, tener sangre caliente en el Calderón, donde realizó un partido soberbio y frenó en buena lid a uno de los delanteros más incordiantes y más escurridizos, Diego Costa.

La demostración de Fazio frente al Atlético no es flor de un día. Desde su regreso, el Sevilla no ha perdido ningún partido. En Liga, acumula cinco triunfos y tres empates desde que se reincorporó al once ante el Espanyol, con aquel triunfo por 1-3 el pasado 10 de noviembre que zanjó una sequía de más de un año sin ganar a domicilio. Desde aquel día, lo ha jugado todo excepto la vuelta copera en Nervión ante el Racing, único partido que ha perdido el Sevilla en este periodo.

Es más, de los 17 partidos que ha jugado esta temporada (11 de Liga, 5 de Liga Europa y uno de Copa, el de Santander), el Sevilla sólo ha perdido uno, el del debut liguero ante el Atlético. Posteriormente a aquel partido, Fazio sólo jugó dos citas más en la Liga, en Valencia ante el Levante (0-0) y ante el Almería en casa (2-1). Un problema en su tobillo izquierdo que hizo temer una recaída de la problemática lesión que dejó atrás lo apartó del equipo, hasta su decisiva reaparición ante el Espanyol. No debe ser casualidad que con el central argentino, ya sea acompañado por Cala, Pareja, Carriço o Fernando Navarro, el Sevilla haya encontrado la vía de la solidez, que lo ha aupado al séptimo puesto tras ocho partidos sin perder.

"Lo más importante es que estamos siendo competitivos en cualquier campo después de un año sin ganar fuera de casa, era mucho tiempo -replicó ayer el futbolista en SFC Radio cuando se le preguntó por su milagrosa reaparición en Cornellá-. Ahora venimos de una racha muy buena fuera de casa y es lo que nos está haciendo crecer. Le ganamos al Espanyol, al Granada, al Villarreal, puntuamos en Elche, en el Calderón… Nos estaba faltando ganar fuera y estamos consiguiéndolo para tener esa regularidad", dice Fazio, que antepone la versatilidad y la fuerza del colectivo a su figura: "Logramos encontrar el planteo en cada campo. Después de este cambio en Cornellá, lo estamos haciendo muy bien. Sabemos que, con la calidad de jugadores que tenemos arriba, siempre vamos a tener alguna oportunidad de gol y que tenemos mucho potencial a balón parado", añadió.

El futbolista llegó a ser un problema para la dirección deportiva, primero por sus constantes lesiones y luego por el poco cariño que despertaba en una grada que más de una vez le ha dedicado murmullos y pitos en Nervión. Sin embargo, el futbolista, perseverante, tenaz y seguro de sí mismo como pocos, siguió a lo suyo. El invierno pasado rechazó una suculenta oferta del fútbol ruso, algo que no gustó a José María del Nido, que vio el momento idóneo de zanjar el problema. Pero Fazio prefirió seguir en el Sevilla, renovó en verano hasta 2018 y fue elegido en pretemporada como uno de los capitanes, por veteranía y por jerarquía. Ya en el derbi, en un vídeo difundido por el club sobre la salida del equipo desde el túnel de vestuarios, se vio que Fazio era de los que más sangre ponía, el que más voces daba. Fue una imagen de las que colman la pulsión visceral de la afición, que siempre ha echado de menos a futbolistas como Javi Navarro o Pablo Alfaro. En el Calderón, ante ese enemigo declarado del sevillismo que es Diego Costa, Fazio volvió a dar una muestra de lo que es, un gran jugador con sangre en las venas que sólo es frío cuando escucha pitidos en Nervión.

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