Certezas e incertidumbres
La buena marcha del equipo apacigua la inquietud por el no regreso de Cruz y el ingreso en el consejo de un empresario cordobés como nuevo gran accionista.
El fútbol, bien; lo institucional, no tanto. Mientras la pelota entre, lo primero podrá con lo segundo, pero en el Sevilla y su entorno, desde su cúpula hasta la afición de a pie pasando por los accionistas importantes, existe la constancia de que el club descansa en estos momentos sobre un delicado equilibrio entre las certezas deportivas y las incertidumbres institucionales. El equipo de Unai Emery por fin ha encontrado la senda a seguir y concluye el año en una línea ascendente, si bien no en los deseados puestos europeos, sí en un séptimo lugar que lo acerca a la pugna. En cambio, el nuevo consejo de administración aún no se ha constituido ni ha nombrado al nuevo presidente, que será José Castro, ahora en funciones. Después de Navidad, se certificará su nombramiento, pero todavía hay algunas incógnitas por resolver dentro del continuismo.
Castro y los miembros del actual consejo aún están digiriendo la noticia del no regreso de José María Cruz, una persona que aglutinaba el favor de la cúpula dirigente con el siempre agradecido añadido de gozar del favor de la afición, aunque esto no es tomado como algo traumático. Más dudas presenta la irrupción de un nuevo gran accionista. Después de que Cruz declinara su regreso, se conoció la venta por parte de Del Nido de un importante paquete de acciones a un desconocido, joven y emergente empresario cordobés. Casi 9.000 acciones le ha vendido el ex presidente a Jesús León López, que ingresará en el consejo por el derecho a representar el 7,25% del capital social del club.
Se convertirá de esta forma en el segundo accionista con más acciones a título particular en el consejo del Sevilla, en el que ahora la máxima representación particular corresponde a Rafael Carrión, con aproximadamente un 15%, desde que su hija, Adriana Carrión, fuera nombrada consejera en 2012 por expreso deseo de Del Nido, que siempre ha querido que en el mismo estén presentes los accionistas mayoritarios. Anteriormente, su representante en el consejo fue Luis Carrión. Con todo, el mando sigue siendo ostentado por Sevillistas de Nervión, al que pertenece Castro, cabeza visible del grupo accionarial que tiene bien asido el equilibrio de poder con el 35% de las acciones.
Al margen del ingreso de Jesús León López, queda en el aire qué otro cambio puede haber en el nuevo consejo, una vez que sea ratificado José Castro como presidente. La idea del ahora presidente en funciones es cimentar la línea continuista, con algún matiz en el nuevo comité ejecutivo. Es posible que Monchi, aun sin estar en el consejo, aumenté su poder como alto ejecutivo. Y también es más que probable que dos consejeros que también entraron en 2012, el economista Juan Luis Villanueva y el notario José María Manzano, hombre de confianza de Castro, tengan más protagonismo en la toma de decisiones. Igualmente, Manuel Vizcaíno y José María del Nido Carrasco continuarán en el comité ejecutivo.
Recientemente, Castro y los consejeros tuvieron su tradicional almuerzo navideño, que, aunque no era una reunión oficial, sí sirvió para tratar todas estas cuestiones de manera informal. Aún no se conoce qué papel tendrá Jesús León en el nuevo consejo, dado que es un hombre ajeno al Sevilla.
Estas incógnitas irán siendo desveladas en la segunda semana de enero, después de que el equipo de Emery retome la competición con la idea de acentuar su escalada en los dos últimos partidos de la primera vuelta, en casa ante el Getafe y en Elche. El técnico, con un fútbol más sólido y práctico, ha logrado enderezar el rumbo, y la plantilla ha cobrado mucha confianza, como reconoció Alberto Moreno en los medios del club. "Salió en verano gente muy importante, llegó gente muy joven y empezamos un poquito dubitativos, nos costó trabajo. Hacíamos buenos partidos, pero los resultados no acompañaban. Y ahora, al final de año, están saliendo bien las cosas, por lo que esos son los pasos a seguir". El camino está trazado y el Sevilla sí puede hablar ahora de luchar por Europa. Que la pelota entre será la mejor fórmula para que lo institucional no afecte a lo futbolístico.
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