Con un ojo en el Villarreal

El temprano gol de Jairo hace dos semanas en Santander encauzó bien pronto una eliminatoria copera que el Sevilla debe finiquitar este miércoles por la vía rápida. Unai Emery tendrá la oportunidad de brindarles a los futbolistas más necesitados de protagonismo la ocasión para que eleven su voz y reivindiquen más continuidad. El partido importante de esta semana es el del sábado en Villarreal, otro rival directo en la Liga al que los sevillistas deben impedir, al menos, que se despegue en lo alto de la tabla. Por ello, un ojo estará puesto en El Madrigal, aunque eso no quiera decir que el colchón de la renta obtenida en El Sardinero dé pie a un exceso de relajación que podría ser pernicioso. El nivel del Racing da poco motivo a la inquietud, aunque Kone ya dio algún quebradero de cabeza a la defensa sevillista con su movilidad en ciertas fases de aquel partido. Así que la tensión debe ser la adecuada.

En Santander, salvo algún sustillo menor a raíz de la absurda expulsión de Coke, baja por sanción, el Sevilla no pasó por mayores problemas. El Racing puso toda su energía para intentar mover, con más voluntad que éxito, el sobrio entramado de un Sevilla más pragmático que nunca que supo rentabilizar hasta el final el temprano gol de Jairo para dejar pasar el partido sin mayores sobresaltos. Así pues es lógico pensar que hoy, ante un contrincante que evidenció que está un par de escalones por debajo en el nivel técnico, no debe haber ningún problema para que el equipo que ponga sobre el césped Emery continúe ejecutando el guión previsto. Un guión que pasa por seguir plasmando la superioridad sobre el Racing, dándoles protagonismo a los que más lo necesitan y reservando fuerzas para el sábado, algo que ya adelantó el técnico sevillista con la convocatoria que realizó este martes, con sólo dos centrales específicos, Cala e Israel Puerto.

Con una gran parte de la energía de la plantilla en reserva para esa cita sabatina, el foco se vuelve a los que jugarán este miércoles. Lo lógico es que, además de M'Bia, baja por sanción en El Madrigal, futbolistas como Rusescu, Rabello, Trochowski o el propio Jairo, que ha perdido el protagonismo que tuvo al inicio del curso, partan como titulares y lo hagan desde la convicción de que están ante una ocasión única para sumarse al tren de un Sevilla que cada vez presenta más competencia en los distintos puestos, una vez que la enfermería se ha ido vaciando.

El caso de Rusescu es llamativo y hasta el propio Emery elogió el buen papel que tuvo en los veinte minutos largos que disputó en Friburgo. Gameiro no termina de salir de unas molestias y Bacca debe descansar, con lo que el delantero rumano podrá darle continuidad a lo mostrado en tierras alemanas hace seis días. Y el de Trochowski, también, porque tiene que empezar a demostrar si está para sumar o para rellenar, después de que su esperanzadora reaparición se torciera por diferentes dolencias físicas menores. Será la oportunidad también para que Cristóforo continúe acumulando minutos, aunque el uruguayo lo que necesita son rivales de mayor entidad para hacerse al ritmo competitivo europeo, un pequeño déficit lógico teniendo en cuenta su juventud y el fútbol del que viene.

Enfrente estará un Racing que presentará idéntica motivación que en la ida, más si cabe teniendo en cuenta el escenario en el que va a jugar en esta ocasión. Pero lo lógico es que sólo con la ilusión no tenga capacidad para darle la vuelta a la eliminatoria.

El entrenador del Racing, Paco Fernández, además, se ha visto obligado a realizar algunas rotaciones por el sobreesfuerzo que ha implicado para su equipo jugar cuatro partidos oficiales en dos semanas para una plantilla tan corta. Su prioridad es el campeonato liguero, en el que se acaba de asir al liderato de su grupo.

A priori debe ser un partido tranquilo, sin sorpresas. Pero esto dependerá de que el Sevilla no dé pie a ninguna esperanza al contrario. El segundo equipo sevillista tiene de sobras para superar a este Racing actual, sobre todo si se presentan ambos, al menos, con idéntica ilusión. Por si las moscas, Emery se encargó de recordarles a sus futbolistas ayer la necesidad de evitar cualquier sorpresa negativa por un exceso de confianza.