Una vía distinta gracias a la cantera

Las inminentes ventas de Luis Alberto y Luna abren una inesperada vía de financiación en el Sevilla que le permitirá gestionar de otro modo la planificación. Cuando José María del Nido aseguró que habían diseñado un plan a tres años en el que primarían los hombres sobre los nombres y en el que habría un 30 ó 35% de canteranos en la plantilla no se estaba refiriendo a un corto plazo, sino a una perspectiva más amplia. Y la mejor prueba de esto es que el club de Nervión está negociando con dos clubes ingleses los traspasos del lateral zurdo y del mediapunta diestro. Todavía no hay nada cerrado, pero sus ventas pueden dejar en caja diez millones de euros con los que no contaba la cúpula ejecutiva en un principio.

De entrada, al inminente traspaso de Luis Alberto al Liverpool, que podría concretarse esta semana en cerca de 8 millones de euros, bonus por objetivos al margen, se sumará también en breve el de Luna al Aston Villa por un fijo de 1,9 millones más 100.000 euros en bonus. Las posturas están muy cercanas, aunque en ninguno de los dos casos se puede hablar todavía de operaciones cerradas.

Curiosamente, los dos millones de euros que ingresará el Sevilla por Luna financiarán la operación de Rusescu, que llega esta tarde a Sevilla para pasar el reconocimiento médico y ser presentado este martes después de que se cerrara un acuerdo de traspaso con el Steaua por 2,280 millones de euros. El traspaso del lateral zurdo, que, con Fernando Navarro más la fulgurante irrupción de Alberto Moreno, se había quedado sin sitio, no puede ser calificado de otra forma que exitoso, aunque pueda tener una lectura crítica por tratarse de un canterano.

En similar medida, la venta al Liverpool de Luis Alberto puede levantar ampollas por lo que significa el talentoso futbolista como símbolo de la cantera. Sin embargo, los ingresos que el Sevilla haga por él permitirán centrar los esfuerzos en un puesto mucho más en precario, como es el del medio centro. Además, permitirá fortalecer la postura del club para mantener a Kondogbia en sus filas, un jugador cuya cotización aún tiene que subir muchísimo y por el que los primeros tanteos eran incluso inferiores a esos cerca de ocho millones que el Liverpool pagará por Luis Alberto. Ilustrando esta gestión con el nombre de Kondogbia es más fácil comprender cómo ha virado de forma positiva la planificación sevillista, dado que el internacional sub 20 francés era uno de los principales candidatos a ofrecer una jugosa venta de la que el Sevilla sólo podría beneficiarse en estos momentos en menos de un 50% de su precio.

La dirección deportiva está centrando sus esfuerzos en fortalecer el núcleo duro de la plantilla. Monchi es consciente de que al equipo le ha faltado fuerza en el eje y rastrea el mercado en busca de dos centrales, tal y como adelantó en su día este diario, y un medio centro que abra el abanico de opciones en una medular que ha tenido excesiva dependencia de Medel y Kondogbia y un rendimiento muy mejorable.

En este último sentido, desde Brasil se apunta a que altos directivos del Sevilla viajarán esta semana para intentar cerrar en Sao Paulo el traspaso de Ralf, medio centro del Corinthians de 28 años cuyo precio de salida ha sido estimado en una cifra cercana a los 10 millones de euros. Con las inminentes ventas de Luis Alberto y Luna sí podría acometer el Sevilla esta operación, que en otro momento hubiera necesitado otras salidas de futbolistas con mercado (Medel, Rakitic...).

El traspaso de Jesús Navas ya ha dejado en las arcas un importante remanente para enjugar los pagos pendientes que tenía el club. Sumando su cifra en efectivo a los 10 millones que dejarán Luis Alberto y Luna, el montante mínimo que deja la cantera en Nervión llega a los 31 millones de euros, y alcanzará los 34,5 si se introducen los bonus por objetivos asumibles que tiene firmado el Sevilla con el Manchester City por el palaciego. Son razones económicas de peso para los que den prioridad a lo crematístico sobre lo meramente futbolístico en el siempre candente debate sobre la cantera.