La megafonía indignó al sevillismo

La tremenda frustración con que abandonó el aficionado sevillista el Sánchez-Pizjuán el sábado, entre la impotencia de ver la incapacidad de su equipo, pese a su esfuerzo, y las graves decisiones erróneas de Álvarez Izquierdo, tuvo un muy feo colofón. Alguien en el club tuvo la infeliz idea de subir el volumen de la megafonía tras el pitido final, de forma que se escuchó a muchísimos decibelios el himno del Sevilla e, inmediatamente, una canción de rock duro de agudas estridencias: Highway to Hell (AC/DC). Y a la molestia que para el oído supuso la altísima megafonía del estadio se unió la certidumbre de que estaba ocasionada para tapar las previsibles protestas hacia José María del Nido de parte de la afición.

Las quejas por este maltrato al socio y aficionado se pusieron de manifiesto en las redes sociales. "Ha sido verdaderamente lastimoso y vergonzante. Dirán que fue igual que siempre, pero no. El himno distorsionado, chirriante", decía en Twitter un socio. "¿Qué cojones había que celebrar en el Sánchez Pizjuán para que sonara AC/DC a toda pastilla al final del partido?", añadía otro. "Yo pago, animo, sufro por el Sevilla FC, pero no puedo pitar. El club lo impide con música a toda voz. 30 años de socio y no recordaba algo así", se quejaba otro abonado. "Vergonzoso, la megafonía a toda leche en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Autocrítica, cero. Así nos va", protestaba otro.

Desde el club no hubo ayer reacción oficial a las muchas quejas expresadas desde distintas vías por ese intento de manejo de la libre expresión de la afición tras la derrota ante la Real Sociedad, aunque internamente sí reconocían el error y desvinculaban del mismo al presidente. "Lo peor de la megafonía del Sánchez-Pizjuán es que ni siquiera lo habrán tenido que ordenar de arriba... Simplemente se hace", afirmaba en Twitter un periodista. Algunos aficionados se quejaban de que sólo querían protestar contra el arbitraje de Álvarez Izquierdo y la mayoría esperaba alguna explicación del club.