Aquellos tiempos de Manzano
El Sevilla se reencuentra con Gregorio Manzano, último entrenador que lo clasificó para Europa con un digno quinto puesto que no cumplió las altas expectativas de un club que tenía la Champions como listón de exigencia. Tanto ha cambiado en Nervión desde entonces que ahora, tres entrenadores después, añora la Liga Europa como la gran panacea.
En una sentida rueda de prensa de despedida, el jiennense expresó su dolor por no haber podido quedarse en un club al que llegó con el deseo de sedentarismo. Nada más desembarcar en Nervión, recordó cómo se escapaba de la Universidad Laboral como estudiante para asistir a los entrenamientos del Sevilla, con el lejano sueño de poder entrenarlo algún día. Pero el jiennense llegó al club en pleno declive tras el último título de la etapa gloriosa, la Copa del Rey de 2010.
No fue un curso sencillo. Cogió al equipo eliminado de la Liga de Campeones por el Sporting de Braga y al poco de sustituir a Antonio Álvarez se encontró con que Jesús Navas sufría la lesión más grave de su carrera. Tras el esfuerzo del Mundial, se lesionó el tobillo izquierdo y fue operado. Se perdió tres meses de Liga, entre septiembre y diciembre, y también el final de la temporada, por otra lesión de estrés en el peroné de la misma pierna izquierda. Sólo jugó 15 partidos de Liga.
Fue el año del regreso de Luis Fabiano a Sao Paulo tras su lesión de rodilla en San Mamés. Y el año en que Kanoute tuvo que ejercer de organizador como mediapunta antes de la llegada de Medel y Rakitic, cuyos fichajes corrigieron en invierno los fallos de planificación en verano. El Sevilla cayó en 1/16 de final de la Liga Europa, tras dejar fuera al pujante Borussia Dortmund, ante el Oporto de Hulk y Falcao, a la postre campeón. Fue una eliminatoria digna: 1-2 y 0-1, con el penúltimo gol de Luis Fabiano como sevillista. Y fue un curso en el que ya se atisbaron problemas de disciplina. Aquellos polvos trajeron estos lodos de los que ahora intenta salir Emery.
También te puede interesar
Lo último