Con los brazos abiertos

Emery se presenta en Nervión con el respaldo de la estadística. Excepto Marcelino, todos los entrenadores desde Castro Santos debutaron en casa con un triunfo.

Unai Emery, durante el entrenamiento de ayer del Sevilla, con el francés Kondogbia al fondo.
Unai Emery, durante el entrenamiento de ayer del Sevilla, con el francés Kondogbia al fondo.
Jesús Alba / Sevilla

22 de enero 2013 - 05:02

Por todo lo alto y con unas semifinales de Copa en juego, Unai Emery se presenta en el Sánchez-Pizjuán ante el Zaragoza en su primer partido de local como entrenador del Sevilla y eso es un dato alentador si se hace un repaso a las estadísticas. La historia dice que la afición sevillista siempre ha brindado una excelente bienvenida a sus técnicos debutantes, pues ocho de los nueve últimos entrenadores que han dirigido al equipo blanco salieron triunfadores de su primer partido en Nervión. Sólo Marcelino, que empató (1-1) en su presentación en una nefesta noche en la que el Sevilla quedó eliminado de la Europa League ante el Hannover 96 por el 2-1 de la ida, se salta un guión que data de la temporada 97-98, cuando, en Segunda División, Fernando Castro Santos dirigió ante el Xerez su primer partido como técnico del Sevilla en el Sánchez-Pizjuán y los tres puntos se quedaban en casa merced a dos tantos de Molnar y Tsartas. El gallego había sustituido al interino Juan Carlos Álvarez y había tenido un mal debut con derrota en Jaén. Su estreno en casa fue la visita del Xerez, el 1 de febrero de 1998.

Desde entonces, Marcos Alonso, Joaquín Caparrós, Juande Ramos, Manolo Jiménez, Antonio Álvarez, Gregorio Manzano y Míchel, todos, ganaron su primer partido oficial en casa, lo que supone un aliciente para una afición que siempre se ha caracterizado por apretar en situaciones nuevas y que protagoniza esta temporada una situación diferente con el desencuentro entre los biris y el club y -también, por qué no decirlo- con la reducción generalizada de espectadores a los estadios tanto por la crisis como por los horarios.

El caso es que desde aquel 1 de febrero hace ahora 15 años, el Sánchez-Pizjuán acompañó a cada entrenador recién llegado con una victoria siendo el primero en dar el testigo Castro Santos a la temporada siguiente de su llegada cuando fue sustituido por Marcos Alonso casi justo un año después, el 10 de enero del 99 en la decimonovena jornada ante el Numancia, un partido que sentenció Molnar (1-0), que curiosamente celebró el tanto con dos peinetas a una afición que le había estado pitando durante gran parte del encuentro.

El técnico cántabro logró ascender esa temporada al Sevilla, pero la siguiente en Primera fue un auténtico calvario para los nervionenses, que, jugando en muchos casos bien al fútbol, se fueron de nuevo al pozo sin que Roberto Alés, que accedió al cargo a mitad de campaña, se preocupara por destituir al entrenador antes que por planificar el siguiente proyecto en Segunda. Y ese proyecto, ya con Monchi manejando los hilos deportivos, tendría un nombre propio: Joaquín Caparrós. El utrerano debutó en el Pizjuán la primera jornada de Liga con un 2-1 ante el Murcia. Los goleadores, Francisco y Gallardo, daban una idea del marcado acento canterano de ese nuevo Sevilla en reconstrucción.

El siguiente entrenador en llegar a Nervión fue otro que hizo historia -y tanto- alzando cinco títulos para las vitrinas del club. Juande Ramos tuvo su presentación ante un público que aún añoraba a Caparrós, pero que después lo idolatraría, con un 1-0 al Racing de Santander, gol de Kepa. Manolo Jiménez, el técnico que ocupó el puesto de Juande tras su espantá y que este miércoles estará en el banquillo visitante, tuvo un debut ilusionante, un 3-0 al Valencia que significó la destitución de Quique Flores. Marcaron Kanoute, Poulsen y Luis Fabiano, una muestra de la plantilla que entonces disfrutaba esta afición.

A Jiménez, ya en la campaña 2010-11, lo siguió Antonio Álvarez, que debutó un Domingo de Ramos en Villarreal con un desastroso 3-0. En cambio, su presentación en casa, donde sí se hizo fuerte el Sevilla del marchenero, fue con triunfo sobre el Tenerife por 3-1 (Kanoute, Luis Fabiano y José Carlos). Al siguiente ejercicio, Álvarez duró cinco jornadas, y Manzano, que debutó a lo grande en Dortmund en Champions (0-1), también tuvo una bienvenida festiva en el Pizjuán, un 3-1 al Atlético con las firmas de Negredo, Perotti y Kanoute. Marcelino rompe la secuencia con ese empate ante el Hannover, aunque gana al Málaga su primer partido de Liga, mientras que Míchel, tras perder en Anoeta, logra dejar buenas sensaciones en su primera cita junto a Eduardo Dato con un 2-0 sobre Osasuna.

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