Tranquilidad relativa

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La presunta oferta del Chelsea por Negredo, tachada por una alta instancia del Sevilla como "bulo", no inquieta por ahora La necesidad de vender no pasaría por desmantelar al equipo.

Tranquilidad relativa
Tranquilidad relativa
Eduardo Florido Sevilla

29 de diciembre 2012 - 05:02

En el Sevilla hay tranquilidad relativa sobre la presunta oferta del Chelsea por Negredo. Según anunció el Programa de las 12 de la edición madrileña de la Cope, ésta alcanzaría los 18 millones de euros, ya que Rafa Benítez se ha fijado en el vallecano como el principal objetivo para darle relevo a Sturridge, que será traspasado al Liverpool por unos 12 millones de libras, cerca de 15 millones de euros. Sin embargo, tal oferta no ha llegado a la planta noble de Nervión..., al menos por ahora. Hasta tal punto es así que la información sobre este fuerte interés en Negredo fue tachada de "bulo" por una alta instancia del club, que no quiso entrar en más detalles cuando este periódico recabó información sobre la veracidad de la noticia.

De momento no hay caso Negredo, o sí, porque la ventana de traspasos invernal ni siquiera se ha abierto aún. El plazo arranca el próximo día 1 de enero y estará abierto hasta el 31 del mismo mes, por lo que queda muchísimo tiempo para que vayan surgiendo todo tipo de especulaciones en torno a Negredo, vinculado hace apenas unos días a Tottenham Hotspur y Arsenal, es decir, que seguramente el goteo de informaciones sobre un posible traspaso no cejará durante un periodo en el que el Sevilla, y esto sí es cierto, espera poder hacer caja por algún jugador para ir enjugando el déficit que acumula después del último ejercicio económico, cerrado con un desfase de más de 15 millones de euros.

José María del Nido, en el último consejo de administración del año 2012, así como en la Junta General de Accionistas del pasado 5 de diciembre, ya dejó claras cuáles serán las pautas de actuación del club en cuanto al capítulo económico en relación con el deportivo. La cúpula ejecutiva entiende que no puede ni debe desmantelar al equipo por muy necesitado que esté el Sevilla de dinero contante y sonante. Del Nido siempre ha tenido como prioridad el equilibrio económico del club, que entiende, y así presume de ello, como una compañía mercantil a la que sacó de la miseria y que ahora atraviesa un importante bajón por los reveses deportivos, en forma de no clasificación del equipo para competiciones europeas durante los dos últimos años. La temprana eliminación de la Liga Europa por parte del Hannover 96 hizo mucho daño que aumentó todavía más con el noveno puesto del final del curso pasado. Pero, precisamente por la necesidad de mantener el estatus del equipo, vender a las piezas claves de la plantilla en mitad del campeonato no es la mejor política, sobre todo teniendo en cuenta que el Sevilla de Míchel se despidió de 2012 muy por debajo de las expectativas, a ocho puntos de los puestos europeos y a sólo cuatro de los de descenso. En el caso de Negredo, lo ideal sería esperar a junio.

De ahí que por ahora haya relativa calma, aunque es más que posible que lleguen suculentas ofertas no sólo por Negredo, sino por algún otro jugador fundamental como Rakitic, y ahí sí ya tendrán que afrontar Del Nido y sus más estrechos colaboradores la desagradable disyuntiva entre acudir a la delicada realidad económica o cuidar de la no menos delicada situación deportiva. El panorama ideal, una oferta como las que ya rechazó el club por Fazio o Perotti en años precedentes, es utópica ahora.

Del Nido nunca ha descartado la venta de ningún jugador, se llame como se llame y juegue en la posición que juegue, si llega una oferta "irrechazable". ¿Apostará de veras el Chelsea por Negredo poniendo millones de euros encima de la mesa? ¿Se verá obligado el Sevilla a venderlo si llega esa oferta irrechazable, por mucho que suponga justo lo que se quiere evitar, desmantelar deportivamente al equipo? ¿Tendrá capacidad el club de aguantar a sus jugadores clave hasta junio? De momento, no ha llegado una oferta de tal calibre, pero el río empieza a sonar.

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