La baja de Rakitic obliga otra vez a inventar al entrenador
Los signos de inseguridad de Diego López animan ahora a mirar con atención la decisión de Míchel.
Una malísima noticia para el Sevilla fue la confirmación al acabar el partido ante el Málaga de la lesión de Ivan Rakitic, que se había tenido que marchar del campo con dolor. El suizo-croata, según confirmaron este domingo los médicos del club, sufre un esguince del ligameto lateral externo del tobillo derecho, lo que lo convierte en descarte para el partido del jueves en Anoeta ante la Real Sociedad. El centrocampista está pendiente de conocer los resultados de pruebas radiológicas para determinar el alcance exacto de la lesión, pero en ningún caso podrá jugar antes de que acabe el año.
Ello provoca un serio contratiempo en los planes de Míchel por las bajas que acumula en esa zona del campo y por la responsabilidad en la creación de fútbol que tiene el balcánico en el esquema de juego del madrileño, que tampoco sabe a ciencia cierta si podrá contar con Maduro para el choque ante los donostiarras, un encuentro en el que los blancos se juegan muchísimo y el entrenador madrileño, más aún.
Pese a que desde que entró en el once Kondogbia está rindiendo a buen nivel -aunque está por ver por qué el entrenador lo señala como el primer cambio-, la tarea de generar fútbol no tiene ningún protagonista claro y no hay muchos candidatos. Campaña no aparece desde la derrota en Bilbao, tras la que recibió un duro castigo que también merecieron otros con más responsabilidad y del resto nadie tiene el perfil de organizador. Javi Hervás, apenas utilizado, es otro futbolista sobre el que hay muchas dudas. Reyes, Manu del Moral, Rabello, el propio Perotti, cuya baja se suma para este partido... son jugadores capacitados más para conducir el balón que para retenerlo y Medel tiene otras características totalmente distintas.
Míchel también tendrá que reestructurar la defensa por la baja por sanción de Fazio, expulsado por el penalti a Joaquín ante el Málaga. Botía está siendo el recambio habitual, aunque Cala está en la recámara, si bien las últimas convocatorias han dejado ver que el entrenador le ha retirado la confianza. O al menos ése mensaje ha dado. Ahora es posible que tenga que recurrir a él.
Otro asunto espinoso es el de la portería. Con su decisión de castigar a Palop tras el 4-0 en el Calderón, Míchel ha destapado sus cartas con relativa facilidad. Ahora, Diego López, en dos derrotas en casa ante Valladolid y Málaga, ha demostrado con fallos e indecisiones que no está seguro y Palop, encima, brilló en Mallorca con dos acciones, siendo una un penalti. ¿Se impone el mismo criterio?
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