En Nervión sí tiene ritmo e intensidad

Míchel anda buscando una solución para la banda izquierda y su zaga más fiable en un equipo que vive del criterio y el mando de Rakitic y de la banda derecha.

En Nervión sí tiene ritmo e intensidad
En Nervión sí tiene ritmo e intensidad
Eduardo Florido / Sevilla

18 de noviembre 2012 - 05:02

La continuidad y regularidad que reclamaba el curso pasado Marcelino se ha convertido este año en competitividad a domicilio como principal defecto de un Sevilla que prometía más tras su buen arranque. La derrota ante el Barcelona, con sus graves daños colaterales, fue una andanada a un equipo que iniciaba su aceleración para tomar la velocidad de crucero. Pero la lesión de Trochowski desequilibró todo el entramado que había montado Míchel. Aun así, en casa, con animación organizada o sin ella, el Sevilla se ha mostrado fiable hasta ahora. En Nervión sí tiene ritmo, velocidad en el juego e intensidad. Sólo el día del Levante echó en falta frescura un once poco renovado y con carencias en la banda izquierda y dudas en el eje de la zaga.

SIN BALÓN

El fichaje de Maduro, con viaje hasta Holanda del propio Míchel junto a Monchi, respondía a la principal carencia del Sevilla en su sistema defensivo, la falta de un medio centro de posición que aportara equilibrio y sostuviese a todo el equipo.

El holandés ha permitido al madrileño construir su once sobre un 4-1-4-1 que, no obstante, ha vuelto a mostrar problemas en las transiciones rápidas del contrario. Medel se suelta más para adelantar la línea de presión, junto a Rakitic, Jesús Navas y el ocupante de la banda izquierda, principal problema de Míchel desde la lesión de Trochowski. Pero, más aún fuera de casa, Maduro se encuentra a veces con demasiado espacio tras esa primera línea y los centrales, que vuelven a estar en el punto de mira.

Mirando estrictamente la zaga, Botía dio más consistencia hasta su lesión y su mal partido en Zaragoza, Fazio continúa dando una de cal y otra de arena y Spahic depende en gran medida de lo que haga su compañero. Míchel incluso ha tenido que dar refresco a Cicinho ante el bajón que ha dado y las lagunas que tiene en la marca. El único intocable, un año más, es Fernando Navarro, regular y fiable.

CON BALÓN

Todo pasa por Rakitic, convertido en el manijero gracias a que, con Maduro y Medel, está más liberado. Si el suizo está fresco, distribuye con rapidez y visión de juego y el Sevilla multiplica su profundidad. La banda derecha es una fuente de constante desequilibrio, pero el equipo no recoge todo lo que siembra. El principal problema es la eficacia. La segunda línea apenas ha visto puerta (Medel y Rakitic, éste de rebote, sí) y la banda izquierda está en proceso de ensayo y error. Estas carencias las suple con perseverancia, ritmo y constantes percusiones, y más en casa y en un derbi.

LO MEJOR

El nuevo sistema permite al Sevilla tener más la pelota, llegar con más elementos arriba y, en cierto modo, mostrarse más seguro cuando pierde la posesión.

LO PEOR

La prolífica producción de Rakitic y Jesús Navas no tiene correspondencia con los goles, sólo 13 y más de la mitad de Negredo (7).

stats