Lección de Curro, de 16 años, ante los profesionales

El equipo juvenil de División de Honor planta cara al equipo de Míchel en un ensayo.

Curro regatea al meta José Antonio, en presencia de Schuster para el 4-2.
Curro regatea al meta José Antonio, en presencia de Schuster para el 4-2.
J. A. / Sevilla

19 de octubre 2012 - 05:02

Muchas veces, quienes organizan este tipo de enfrentamientos con equipos de los escalafones inferiores, deberían sopesar los riesgos. Al futbolista profesional, por lo general, le incomoda medirse a jóvenes en mitad de una semana. Si, encima, el choque llega tras varias sesiones físicas muy duras y cuando el rival, en este caso el equipo juvenil, no tiene Liga esta semana, puede resultar lo que este jueves se vio en la ciudad deportiva. Si el año pasado el filial le ganó a un desmotivado primer equipo en una ocasión, el cuadro de División de Honor que adiestra Agustín López dominó en algunas fases de la prueba al equipo de Míchel.

El resultado final, lo de menos -o no tan to- fue un 3-3, pero fueron más las sensaciones que dieron algunos futbolistas, muy por debajo de chavales que en algunos casos cuentan con sólo 16 años. Uno de ellos es Curro Sánchez, el mejor jugador este jueves sobre la hierba. Reclamado en varias ocasiones por Míchel, el medio centro, primero junto a sus compañeros y luego formando parte del primer equipo, dominó el tiempo del ensayo, marcó un gol regateando al portero y sacó, con casta, criterio y personalidad, los colores a varios profesionales.

Comenzó ganando el equipo de Míchel con un tanto de Maduro, pero pronto los juveniles se subieron a las barbas, controlaron gracias a Curro el centro del campo y, con dos golazos nacidos de la zurda de Carlos Fernández -otra perla de 16 años-, se pusieron por delante. No todo iba a ser negativo en el equipo de Míchel y, así, la vuelta de Perotti, por ganas y sensaciones, fue la mejor noticia. Con un gol olímpico (de córner) logró el 2-2 y fue de lo más destacado. A Campaña le fue anulado el 3-2.

En la segunda mitad, el rosario de cambios debilitó al juvenil, que además sufrió la entrada de internacionales, como Jesús Navas, y que Curro jugase en contra. El chaval, en una jugada personal en la que regateó al portero, coronó su gran mañana con el 3-2, pero un regalo de Fazio permitió a Juan, muy atento y resolutivo, dejar el marcador en un definitivo 3-3. Este detalle enfadó bastante a Míchel, que seguro que acabó descontento con algunos de sus hombres. Otro de los que no estuvieron nada afortunados fue Babá.

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