Romaric ultima su rescisión y está a un paso del Zaragoza
La insistencia de Jiménez ha sido clave y su adiós está cerca.
El Sevilla, definitivamente, ha acelerado en su tarea de soltar lastre en la plantilla. La semana está siendo bastante activa tanto en entradas como en salidas, pero sobre todo con operaciones complicadas como siempre son para un club como el nervionense dar movimiento a su banco de descartes. Así, si Escudé y Guarente han dejado hueco en las últimas horas en la plantilla de Míchel, el que está próximo a abandonar el club es Romaric, un jugador cuya historia en Nervión no estuvo tocada precisamente por una varita mágica.
En breve se hará oficial, pero el centrocampista costamarfileño ha llegado a un acuerdo con el Zaragoza y, lo que es más importante, con el Sevilla para rescindir su contrato con la entidad del Ramón Sánchez-Pizjuán. Romaric firmó en el verano de 2008 un contrato por cinco temporadas y la que está a punto empezar se suponía que iba a ser la última en Sevilla. Después de jugar cedido la pasada campaña en el Espanyol, Míchel estaba pendiente de su salida de un plantel en el que cuenta con siete medios centros.
Romaric, un jugador reclamado especialmente por Manolo Jiménez, va a ahorrar con su salida una ficha de más de dos millones de euros, los correspondientes a lo que tenía que percibir el futbolista en esta temporada y, según ha podido saber este periódico, alguna cantidad más que tenía pendiente y que correspondía a la pasada campaña.
Romaric, que ayer no viajó a Cataluña con el resto del equipo para el partido amistoso que los de Míchel disputaron anoche ante el Girona, va a firmar un contrato de tres temporadas en el Zaragoza con una rebaja bastante sustancial en su sueldo. Prácticamente, el centrocampista africano cobrará en tres años lo que percibía en uno como jugador del Sevilla.
Jiménez fue el técnico que más partido sacó al ex futbolista del Le Mans en su periodo en el Sevilla, aunque hay que recordar que Romaric ya estuvo a punto de recalar como cedido en el Zaragoza hace dos años, antes de que el de Arahal llegara a La Romareda. Al final, justo antes del cierre del mercado, el Sevilla no aceptó la operación por faltas de garantías de pago del club maño, que se encontraba en pleno proceso de entrada en la Ley Concursal.
Con la ficha que el Sevilla se ahorra de Romaric, junto a la de Escudé, la planificación cuenta con cierto alivio económico para emprender nuevas adquisiciones. Ha quedado claro con la llegada del francés Geoffrey Kondogbia y el club sigue trabajando en la contratación de un lateral derecho y un defensa central, dos refuerzos, sobre todo este último, que se antojan claves para acometer con garantías la temporada.
Con la salida de Romaric, a Monchi sólo le quedará buscar acomodo para Lautaro Acosta, que está en la misma situación en que se encontraba el marfileño, es decir, en su último año y con una ficha inasumible para cualquier club que puede interesarse por él, y Bernardo, cuyo destino debe ser otra cesión una vez comprobado que no termina de dar el nivel en la plantilla del Sevilla.
Igualmente, el Sevilla sigue a la espera de que la cesión de Luis Alberto al Barcelona B quede cerrada definitivamente, algo que se presume debe ser cuestión de horas.
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