La alarma del racismo

Los ultras polacos imitaron el sonido del mono en el entrenamiento de Holanda el pasado miércoles · Los árbitros, si hay insultos, pueden suspender el encuentro

D. García Marco (Dpa) / Cracovia

09 de junio 2012 - 05:02

Los jugadores amenazan, los árbitros tienen instrucciones claras y el presidente de la UEFA, Michel Platini, lo respalda: ¿se parará algún partido de la Eurocopa por insultos racistas de los radicales?

Los temores despertados por un documental de la BBC británica sobre los ultras ucranianos se confirmaron el pasado miércoles cuando varios aficionados polacos imitaron el sonido de los monos en el entrenamiento de Holanda en Cracovia, conocida como la ciudad de los cuchillos, instrumento indispensable para los hinchas radicales de extrema derecha de ambos clubes de la ciudad.

Pese a que la antigua capital polaca no es sede oficial de la Eurocopa, la presencia allí de Italia, Holanda e Inglaterra molesta: odian los estadios reformados, donde ya no podrán animar de pie y a los que no podrán entrar con los cuchillos. Fuck Euro, es el eslogan de algunos fans del Wisla de Cracovia.

"Ahora ya sabemos lo que nos espera: un ambiente estupendo", dijo irónico el seleccionador de Holanda, Bert van Marjwik. ¿Qué pasará en la ciudad ucraniana de Jarkov en el partido ante Dinamarca? En los cuatro equipos que ayer entraron en acción, sólo hay un jugador negro. Hoy habrá muchos más entre Holanda, Alemania y Portugal.

"Somos un equipo de verdad y tomaremos medidas todos juntos", dijo Afellay, holandés de origen marroquí. "Presionaremos al árbitro para que lo suspenda", dijo Van Bommel. Hace pocos días, Balotelli manifestó que si ocurre, se marchará del campo. Le respaldó su técnico, Cesare Prandelli.

De Rossi, compañero de Balotelli, lo comprende. "Será una decisión de Balo. Si pasa, estaremos todos unidos, no porque uno se ofenda, sino porque el racismo se combate con estos gestos", indicó ayer. "No puede dejar el campo, sería amonestado", replicó Platini, que tras abanderar desde hace años la campaña de UEFA Respect (Respeto), quiere aplicar tolerancia cero: "Apoyaremos a los árbitros que suspendan el partido por hechos graves".

Los jueces deben proceder de este modo: primero, parar el juego para que se haga un aviso por megafonía; si continúan los insultos, suspender el encuentro unos minutos y mandar a los equipos a los vestuarios; finalmente, pueden dar por acabado el duelo siempre que se hayan dado los dos pasos anteriores y esté garantizada la seguridad.

Justo esta semana, algunas selecciones visitaron el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz, a 70 kilómetros de Cracovia, y mandaron un mensaje de lucha contra cualquier tipo de discriminación. También los dos anfitriones del torneo, Ucrania y Polonia, tratan de calmar los ánimos antes del primer gran evento en el antiguo bloque comunista de Europa del Este.

La alerta roja está encendida. Platini argumenta que el racismo es un problema de la sociedad, no exclusivo del fútbol. Pero es la Eurocopa la que parece decidida a mandar un mensaje rotundo.

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