Fabricio supera una lesión que comprometió su carrera
El meta canario y Calero agradecen el esfuerzo del cuerpo médico tras recibir ayer el alta médica.
Las alarmas se encendieron en torno a Fabricio el pasado 25 de julio, cuando el doctor Santiago Pérez Hidalgo lo operó de la lesión que había sufrido días antes en la concentración de Fuenterrabía. Entonces, los médicos fijaron en torno a un mes el periodo de baja del meta, pero cuando se le examinó a fondo se comprobó que la lesión era mucho más grave. De hecho, el cuerpo médico verdiblanco amplió su ausencia hasta los tres meses e incluso en círculos privados se comentó el peligro que podría correr la carrera deportiva del meta canario. "Sufre la tríada del hombro", se explicaba de manera informal, al conocer que no sólo estaba afectado el labrum -una estructura similar al menisco- sino también el bankart y hill-sachs. Si una rodilla lesionada en tres partes es grave, un hombro de un portero dañado también en tres zonas invitaba a la preocupación.
De ahí, la felicidad que ayer desprendían tanto el propio Fabricio, quien ya en las últimas semanas se encontraba muy recuperado, como el doctor Calero. Y es que ambos quisieron extender la felicitación a todos los integrantes del cuerpo médico que han participado en la recuperación del meta, quien incluso ha acabado acortando los plazos.
"Fabricio tiene el alta médica. Ha sido un orgullo tenerlo como paciente porque ha puesto mucho interés y dedicación en la recuperación. También felicito a todo el grupo de trabajo, desde los fisioterapeutas como al doctor Pérez Hidalgo como al recuperador. Estamos orgullosos de que todo haya salido bien en los plazos marcados para recuperar una lesión grave", señaló Calero.
"Era consciente de que tenía una lesión grave. Una vez me dañé la tibia, pero un hombro es una articulación mucho más importante para un portero. Se estimaron entre dos y tres meses y al final ha sido un poco menos. Quiero agradecer a todos los recuperadores y médicos que me han ayudado", comentó el propio Fabricio con una enorme sonrisa en su rostro, justo antes de reconocer que aún le falta trabajo para reaparecer en una competición oficial: "Podría jugar ya, el alta médica está, pero me falta coger la forma, exigirme más para conseguir esa chispa necesaria en una portería. Además, los compañeros han hecho bien su trabajo y el míster ya decidirá".
Pero Fabricio era ayer un joven feliz, después de participar en el entrenamiento con sus compañeros e incluso exhibir sus ganas de ponerse en forma cuanto antes. Su lesión ya está olvidada, aunque su carrera estuvo amenazada.
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