Sin Madrugada por primera vez desde hace 78 años
La lluvia destroza la noche más especial de Sevilla. Desde 1933, coincidiendo con la II República, no había una Madrugada sin cofradías.
Sevilla sin Madrugada. La noche más esperada se convirtió en la noche más triste. Una tras otra, todas las cofradías fueron decidiendo no salir. La Esperanza de Triana y Los Gitanos transmitían optimismo, pero un tremendo chaparrón en el momento de tomar la decisión sobre al estación penitencial desbarató las escasas opciones de recuperar la jornada.
Desde 1933, en plena II República, Sevilla no se encontraba sin Madrugada. Ese año sólo salió La Estrella. Más aún, la Esperanza de Triana no se quedaba sin salir por lluvia desde 1847. Desde entonces se había mojado y había dejado de salir por motivos diversos, pero no por causas meteorológicas. Esta vez no hubo solución.
En el primer cuarto de hora del Viernes Santo, Silencio, Gran Poder y Macarena decidieron no realizar su estación penitencial a la Santa Iglesia Catedral habida cuenta de los partes meteorológicos adversos y de las lluvias intermitentes que habían caído sobre Sevilla desde el mediodía del Jueves Santo y que seguían apuntando a más de un 70% de riesgo de agua.
El Silencio hizo saber su decisión casi una hora antes de tener que poner la cruz en la calle. Al poco La Macarena desistió y en unos minutos el Gran Poder, adelantando también su dictamen, dejaba el panorama bastante gris para la noche.
Los partes de la Agencia Estatal de Meteorología proporcionados por el Cecop pasada la media noche hicieron decantar la balanza hacia la no salida de las primeras hermandades de la madrugada.
La Esperanza de Triana fue la cuarta en decidir no salir, un emocionado Adolfo Vela, hermano mayor, se dirigió a sus hermanos para contar que habían esperado pero que el tiempo en vez de mejorar iba a peor. "El tiempo empeora. El frente nos coge de lleno. Viene más agua...", explicó Vela, quien apenas confiaba en un claro hasta las seis de la mañana que poco después quedó despedazado por un intenso chaparrón. Desde 1847 no se quedaba dentro la hermandad de la Esperanza de Triana por lluvia.
La quinta hermandad en dar a conocer su decisión de no salir fue Los Gitanos, que bajo una lluvia incesante e incluso con truenos ha tenido fácil tomar una decisión tan díficil como no salir en estación de penitencia. "Está diluviando... Lo siento", apenas acertó a decir un emocionado José Moreno Vega, hermano mayor de la cofradía, que recibió una cariñosa ovación. Minutos después, la carpa donde se organizaban algunos tramos de nazarenos se inundó y se les dio cobijo en el santuario, suspendiendo el acto previsto en sustitución de la salida penitencial.
La última en decidir no salir ha sido el Calvario, que ha formado la cofradía aunque ya tenía claro que no la pondría en la calle.
Entre las 9:00 y las 10:30 abren los templos de las hermandades de capa, hasta primera hora de la tarde. Las de ruán y esparto el Silencio abrirá el domingo para la misa del azahar, el Gran Poder fue la única en decidir mantener su templo abierto toda la noche; la Magdalena abrirá el viernes por la tarde para los oficios.
Ya son 22 las cofradías que no han podido salir de sus templos en la presente Semana Santa. El récord histórico de la Semana Grande sevillana está en 23.
Los armaos realizaron su ronda con las visitas al Hospital, a la Iglesia de Los Gitanos, al Convento de Santa Ángela y a la Iglesia del Gran Poder. En determinados momentos bajo la lluvia. Especialmente vistoso fue su paso bajo las setas de la Encarnación. En ese momento no llovía.
Las dos despedidas del atrio macareno, las de Ignacio Guillermo, capitán de los armaos; y la de Miguel Loreto, capataz del Señor de la Sentencia, no serán las soñadas: dura despedida en ambos casos sin poder realizar la que iba a ser su última estación penitencial.
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