"Estén tranquilos. Nunca he traicionado a nadie"

Había mucha expectación por escuchar a Antonio García Barbeito tras sus polémicas declaraciones a la prensa. A menos de una semana del Pregón, Barbeito compareció en la tradicional cita entre pregoneros, en Antares, para pedir calma y un poco de confianza a los cofrades de cara al próximo domingo: "Me gustaría que estuvieran muy tranquilos conmigo. Jamás he traicionado a nadie".

El pregonero repasó todo lo vivido desde el momento de su nombramiento. Aseguró haber disfrutado mucho escribiendo el texto y estar muy satisfecho con el resultado final: "Es un Pregón muy egoísta porque lo he escrito para mí, aunque se lo regale a Sevilla".

Desgranó también cómo le fue dando forma, los sobresaltos a media noche, y cómo llegó a memorizar poesías enteras y hasta textos en prosa para luego pasarlos al papel: "Llegó un momento en el que creí que me estaba volviendo loco. No podía hablar en prosa, incluso me metía con los perros en endecasílabos o contestaba al teléfono en verso".

Ante la inminencia de la cita, Barbeito dijo que no estaba temeroso, sino más bien responsabilizado: "Lo voy a pasar muy mal, pero necesito que sea así. No tengo miedo. Es como el miedo pero con otro nombre, aunque hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto".

Explicó que el Pregón le había permitido enfrentarse a un Barbeito que andaba bastante suelto de él mismo y que, también, había podido encontrarse con Dios: "No ha sido nada fácil porque Él sabe bien con quien se está jugando los cuartos, pero he llamado fuerte a su puerta. El Cristo de mi Pregón es un Cristo muy hombre y necesito sentirlo".

Desde que terminó de escribir no ha querido darle más vueltas al texto; de hecho, explicó que lo ha intentado olvidar en los últimos 15 días: "Quiero estrenarlo con ustedes y con Sevilla, no pretendo sabérmelo de carrerilla. Juro que lo he escrito yo todo -bromeó-, aunque no me he parado a ver cuánto dura o cuántos folios tiene".

Por su parte, el pregonero del año 2009, Enrique Henares, rompió una lanza en favor de Barbeito y, además de asegurar que va a decir un magnífico pregón, le espetó a no arrepentirse de nada: "Lo que se dice se dice y es lo que hay. No me inquieta lo que diga la gente. Yo estoy contigo".

Adolfo Arenas, presidente del Consejo, también animó al pregonero: "No te preocupes de los de detrás (la presidencia) que no son traicioneros, y tampoco de los de delante (el público) que son tremendamente receptivos. Disfruta, Antonio".