Matt Damon frente al destino

Si hay un autor que ha sido explotado por el cine en los últimos treinta años, ese ha sido Philip K. Dick. Escritor de vida atormentada, superviviente de los excesos de los años 60, es autor de una obra donde los problemas de la identidad en la sociedad actual eran el tema dominante bajos los ropajes de la ciencia-ficción. Dick no tuvo suerte, pues murió a los 54 años, a punto de conocer un insospechado éxito gracias a Blade Runner, adaptación de su novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?. Aunque el legendario film de Ridley Scott no fuera muy fiel al texto original, el novelista conoció una gran popularidad póstuma. A lo largo de estas tres décadas sus obras, en las que predominaba el relato corto vendido a revistas, han sido saqueadas por la voraz industria del cine, que han usado su nombre como garantía de calidad. Claro que estas versiones fueron de lo más variopintas. Han generado gran cine, como la propia Blade Runner, Minority Report o Desafío total. También han inspirado películas resultonas, como Asesinos cibernéticos o Paycheck. Y filmes para ir pasando, como Infiltrado o Next. Claro que no todo ha sido pensar un futuro apocalíptico. La curiosa A Scanner Darkly recreaba el desastre que la cultura de la droga resultó ser para una generación.

Aunque parezca increíble, aún quedan obras de Philip K. Dick para inspirar a los realizadores. Uno de los relatos vírgenes en cine es Equipo de ajuste, que llega hoy a las pantallas carnavaleras con el título Destino oculto. Es la tercera película que nos llega en tres meses de Matt Damon, tras Más allá de la vida y Valor de ley, confirmando el buen momento profesional que vive. La presencia del actor en este proyecto no es extraña. Su director, George Nolfi, hasta ahora guionista, lo conoció por sus trabajos en los libretos de Ocean's Twelve y El ultimátum de Bourne, dándole la oportunidad de protagonizar su debut como director. Para acompañar a Damon en esta aventura se ha fichado como actriz principal a la británica Emily Blunt. Como secundario de lujo se halla un veterano como Terence Stamp.

Como se ha dicho, Destino oculto ofrece un típica historia de Philip K. Dick, sobre hasta qué punto sabemos quienes somos y si de verdad controlamos nuestras decisiones. Sin embargo, Nolfi ha hecho un cambio sustancial, pues el protagonista del relato original era un agente de seguros y en el film pasa a ser un carismático político. Este es el papel que encarna Matt Damon, un joven que es candidato al Senado de los Estados Unidos y al que algunos auguran que puede convertirse en el futuro en inquilino de la Casa Blanca. Sin embargo, una noche conoce a una extraña bailarina en un hotel enamorándose perdidamente de ella. Se pasan los teléfonos, pero a partir de entonces empieza a ocurrir algo muy extraño. Unos misteriosos hombres que parecen agentes del destino intentan hacer que el político siga su camino predeterminado y renuncie a la mujer, que puede malograr sus expectativas. Son miembros de un equipo de ajuste que hacen que todos sigan lo que está escrito cuando están a punto de alejarse de ello. Pero el aspirante a senador quiere buscar de todos modos a la chica aunque tenga que enfrentarse a los sicarios del destino.