El PSOE ganará las elecciones pero tendrá que pactar para gobernar

Barómetro Joly Especial 22-M

Los socialistas obtendrían entre 41 y 46 escaños y están lejos de la mayoría absoluta. El PP sufre la aparición de Ciudadanos y se deja más de diez escaños respecto a 2012. Podemos irrumpe como tercera fuerza con el 19% de los votos e IU se desploma.

Redacción

06 de marzo 2015 - 20:46

El futuro de Andalucía pasa por los pactos. El 22-M generará el Parlamento más fragmentado desde 1982, con la inclusión de hasta cinco partidos y sin que ninguno alcance la mayoría absoluta, según el Barómetro Joly con motivo de las elecciones del 22 de marzo realizado por Commentia. El sondeo, elaborado a partir de 1.800 entrevistas recopiladas entre el 20 de febrero y el 2 de marzo, asigna al PSOE el 35,9% de los votos y una horquilla de entre 41 y 46 escaños. En el mejor de los casos, Susana Díaz casi calcaría los resultados obtenidos por José Antonio Griñán en 2012, aunque ganaría, y no podría cumplir su aspiración de formar un Gobierno fuerte y en solitario. Los socialistas se quedarían a nueve diputados de la mayoría absoluta, lo que les obligará a buscar una coalición o un acuerdo de legislatura para gobernar en minoría.

La paradoja respecto a 2012 estriba en que este resultado permitiría al PSOE alzarse con la victoria gracias al hundimiento del Partido Popular, la formación más votada hace tres años. La candidatura de Juan Manuel Moreno se dejaría por el camino casi diez puntos en estimación de voto, hasta alcanzar el 30% de los sufragios. Esta situación se traduciría en una horquilla de entre 36 y 39 escaños, lejos del techo de 50 parlamentarios obtenido por Javier Arenas en 2012.

Pese a la pérdida de apoyos respecto a los anteriores comicios autonómicos, los populares tienen algún motivo para sonreír. La última oleada del Barómetro Joly, correspondiente a diciembre de 2014, les asignaba una estimación de voto inferior al 25%, lo que evidencia una remontada de unos cinco puntos en un corto intervalo de tiempo pleno de noticias positivas en el plano macroeconómico y el empleo. Sin embargo, esta mejoría también se traslada en la misma medida al PSOE, por lo que la brecha de cinco puntos que separa a ambas formaciones desde el Barómetro Joly de febrero de 2014 se mantiene prácticamente sin variaciones.

La gran novedad es la irrupción de Podemos como tercera fuerza electoral, con más del 19% de los votos y entre 18 y 21 escaños. En su segunda cita con las urnas -tras su debut en las elecciones europeas-, la candidatura de Teresa Rodríguez evidencia su capacidad para recoger el voto protesta, convirtiéndose en posible bisagra para gobernar.

El auge de Podemos se produce fundamentalmente a costa de Izquierda Unida. La formación liderada por Antonio Maíllo se dejaría nueve parlamentarios por el camino y obtendría el peor resultado de su historia, con sólo tres escaños y apenas el 4% de los votos. Ni siquiera podría contar con grupo parlamentario propio precisamente por una iniciativa presentada por IU en esta legislatura y aprobada por el bipartito. Con esta propuesta se acordó exigir la obtención del 5% de los sufragios en las ocho provincias para formar grupo con el objetivo de frenar a los partidos minoritarios.

La otra gran sorpresa de estas elecciones es la presencia de Ciudadanos, que podría incluso adelantar a Izquierda Unida al cosechar el 5,6% de los votos. Entre cinco y seis escaños podría obtener el partido de Albert Rivera, en su primera incursión fuera de su tradicional feudo catalán. El mensaje del cambio tranquilo de Rivera parece haber calado en el electorado descontento con las políticas de los partidos tradicionales, pero temeroso de la ruptura que defiende Podemos. Su aparición ha eclipsado a UPyD, que definitivamente se desdibuja en Andalucía, con una estimación de voto del 1,2%, frente al 6,3% que recogía el Barómetro Joly de febrero de 2014.

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