Adiós también a Calloway

Earl Calloway tiene las horas contadas, salvo sorpresa mayúscula. Le costó Dios y ayuda la renovación a la directiva sevillana el año pasado por el interés del Power Electronics, que consiguió un preacuerdo con el estadounidense pero que se quedó en papel mojado cuando los hispalenses hicieron valer su reciente condición de búlgaro para colocarlo en la lista de tanteo y poderlo retener por dos campañas.

La segunda sería la siguiente, aunque los indicios revelan que Calloway tendrá que buscar otro destino. Fue operado hace 10 días en su país de origen de una nueva fractura en la planta del pie dañado en noviembre en la cancha del CB Granada. Igual o muy similar, la dolencia genera dudas en el Cajasol, que está negociando con U1st, la empresa que tiene como cliente al base, para rescindir su contrato, igual que hizo el martes con Ivanov, que se desvinculó supuestamente perdonando las cantidades que le correspondían para el curso venidero. Es posible que las negociaciones estén relacionadas al ser los dos del mismo agente.

Calloway dispuso de permiso del club para poder marcharse a Estados Unidos unos días antes de que acabara la temporada. Se dañó la misma zona en la vuelta de los cuartos contra el Budivelnik, aunque desde el Cajasol se informó de que era una fascitis plantar, no la fractura de la base del quinto metatarsiano, como la vez anterior. Apenas participó hasta Treviso y después no volvió a competir a pesar de que la prioridad del club era acabar lo más arriba posible. Obviamente, estaba lesionado y por eso decidió irse para ser intervenido.

La principal razón para convenir que Calloway no continuará su carrera en Sevilla es tajante, no deja lugar a la duda: Juan Llaneza, director deportivo, busca sustituto. Y Satoransky, al que le vino muy bien para madurar la falta del titular en tantos partidos, tiene el sitio asegurado en la plantilla sevillana.

Varios jugadores han recibido una llamada del Cajasol al objeto de si a alguno le interesaría formar parte del nuevo proyecto. El más mediático es el internacional Carlos Cabezas. El base de Marbella recaló con la temporada comenzada en el CAI tras salir del Khimki y quedarse a un palmo de firmar por el Caja Laboral. Lo ha hecho bien y ahora quiere dar el salto a otro club de mayor nivel, pese a que los maños tratarán de retenerlo con una suculenta oferta. No obstante, aunque su familia materna sea sevillana, su claro deseo es volver a Málaga, de donde salió camino de la fría Rusia al no llegar a un acuerdo de renovación hace dos veranos.

También se ha dirigido el club hispalense a Rodrigo San Miguel, el sobrio director de juego del Manresa que dejará a ciencia cierta el modesto club barcelonés, que querrá sacar algo de dinero por él. El aragonés tiene muchas novias, entre ellas el Unicaja. Además, Kristaps Valters gusta en Sevilla y el jugador letón, con experiencia en Fuenlabrada y Badalona, está al tanto del interés que llega desde San Pablo. Conclusión: Calloway irá fuera.