Un hito en la medicina sevillana

Cuando una persona llega al otoño de su vida, vuelve a ilusionarse con aquellas pequeñas cosas que le hacían saltar de alegría en la niñez (un abrazo, un beso, un regalo, una visita familiar...), pero con una salvedad: la muerte se convierte en una sombra alargada con la que hay que convivir.

Por eso, un estudio realizado por Javier Padilla, Rocío del Castillo y Begoña Jiménez, médicos residentes de cuarto año de Medicina de Familia y Comunitaria del Distrito Sanitario Aljarafe de Sevilla, trata sobre el tipo de parca ideal del enfermo. El objetivo del informe, que ha recibido el premio al mejor trabajo de investigación de las XVI Jornadas de la Unidad Docente de Medicina de Familia y Comunitaria de Sevilla, es determinar las preferencias de los pacientes sobre los últimos momentos de su vida, una información que permitirá a los clínicos manejar mejor estas situaciones entre la población.

Hasta 302 pacientes atendidos en el centro de salud de Castilleja de la Cuesta han participado en el estudio, que se ha realizado mediante cuestionarios y en el que se han recogido datos sociodemográficos, respuestas de temores, preocupaciones y expectativas ante la llegada del final de la vida, así como el grado de información sobre los cuidados paliativos y las características del escenario de muerte ideal para los participantes.

"En la especialidad de medicina familiar, los compañeros hacen estudios sobre la diabetes o la hipertensión. Nosotros no queríamos centrarnos en las enfermedades, sino en los enfermos", pone de relieve Javier Padilla, que reconoce que uno de los temas pendientes de la medicina es preocuparse más del factor humano y dejar a un lado las disquisiciones científicas: "Este estudio cubre un vacío y aporta datos concretos de cómo quiere morir la gente, por lo que nos ayudará a dar un mejor servicio al paciente en esas horas críticas". El tabú sobre la muerte es un elemento recurrente en las sociedades modernas, más preocupadas en evolucionar tecnológica y económicamente que en plantear reflexiones profundas acerca del sentido de la existencia. Por eso, el estudio de Padilla, Del Castillo y Jiménez es crucial y novedoso. "España tiene un papel importante en la legislación sobre este asunto", apunta Javier Padilla.

Según una película de Jeff Bridges y Andy García de 1986, existen Ocho millones de maneras de morir, pero el informe destaca sólo las mejores o, mejor dicho, las condiciones menos malas: la ausencia de dolor es un deseo común para casi todos los entrevistados, concretamente para el 99,7%, seguido de querer estar acompañados por los seres queridos, con un 92,4%; representar una carga familiar supone el 95,2%; y tener un alto grado de información, un 94,1%. Según los autores del estudio premiado, es significativa la asociación efectiva que se establece entre algunas variables sociodemográficas, como edad, sexo, nivel educativo y ocupación, con el temor a morir de forma repentina o a ser abandonado en el proceso de muerte como principal preocupación de los castillejanos.

La tesis concluye que es posible identificar estas variables con las preferencias a la hora de morir, pudiéndose trazar un gradiente socioeconómico y poner de relieve que, aquellos que tienen un estatus más bajo, manifiestan peor nivel de autopercepción de salud, menor comodidad hablando de la muerte, más miedo a morir solo y a ser abandonado al final de la vida o a morir de una enfermedad larga y prolongada.

Este informe se concibe como un hito en la medicina sevillana, andaluza y española, ya que no existía ningún estudio de esta índole, en el que los pacientes dieran un testimonio directo con preguntas abiertas de cuál es su percepción del último momento y de las circunstancias favorables que se tienen que dar para fenecer.

Además, Javier Padilla tiene un blog, medicocritico.blogspot.com, en el que reflexiona sobre temas de actualidad relativos a la medicina, la sociedad, la mujer y la problemática de los pacientes, entre otros temas de interés general.