Al menos 50.000 personas participan en el homenaje a la bandera nacionalIncidentes entre quienes esperaban un desfile que no estaba previsto

Los Reyes, acompañados por los Príncipes de Asturias, presidieron ayer el acto central de las celebraciones del Día de las Fuerzas Armadas, que han tenido lugar en Málaga durante el fin de semana.

Según fuentes municipales, unas 50.000 personas asistieron al homenaje a la bandera nacional que acompañaron con fuertes aplausos, agitando banderines y, en algunos casos, los abanicos que se repartieron para hacer frente al calor, presente durante toda la celebración.

Los monarcas fueron recibidos a las 12:00 por la ministra de Defensa, Carme Chacón, y el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñan, además del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general José Julio Rodríguez, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.

A diferencia de otros años, Chacón y el presidente autonómico no tuvieron que escuchar los abucheos y silbidos que ya vienen siendo habituales en estas celebraciones. Su entrada en la plaza General Torrijos no fue anunciada por megafonía, como sí lo fue la de los Reyes. Otra novedad respecto a años anteriores fue el homenaje a los caídos, que en esta ocasión contó con la presencia de familiares de los 17 militares y guardias civiles fallecidos en acto de servicio durante el último año.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, agradeció al rey Juan Carlos su "apoyo" y "afecto" durante el tiempo que lleva al frente de este Departamento, que le ha supuesto el "privilegio" de "trabajar cerca" del monarca, al que elogió como "referente moral". Chacón dió las gracias al alcalde de Málaga por su esfuerzo en la celebración y a todos los malagueños por la "excepcional acogida" que les han brindado.

El Rey se sumó a los agradecimientos, en concreto, a todos los malagueños por "su asistencia masiva" a las celebraciones.

La indignación de la gente que se congregó en el malagueño Paseo del Parque por el Día de las Fuerzas Armadas y que esperaba ver un desfile como colofón de la ceremonia acabó ayer con incidentes, abucheos y lanzamiento de objetos. La intervención policial evitó que la rabia de los espectadores derivara en disturbios. Unos testigos hablaban de carga policial, otros la negaban. Fuentes de la Comisaría precisaron que solo hubo "contención, no carga". No hubo detenidos ni heridos. En realidad, entre los actos no estaba previsto ningún desfile. Pero la multitud que aguantó de pie muchas horas detrás de una valla y que soportó estoicamente el calor se sintió estafada cuando tras marcharse los Reyes, los Príncipes y la ministra todo acabó.

Algunas personas tiraron las vallas de seguridad y bloquearon durante unos diez minutos la salida de los últimos autobuses que llevaban a autoridades e invitados a la recepción oficial tras la ceremonia. "Fuera, fuera", les increpaban. Arrojaron a los vehículos naranjas y botellas y la Policía intervino para contenerlas.