"A mí también me cesaron en la Junta y no tuvieron que darme explicaciones"

El nuevo número tres del Gobierno de Griñán asume el cargo tras la repentina salida de Luis Pizarro y se compromete a ayudar en el reto de restablecer la maltrecha economía de los ayuntamientos tras el 22-M

Francisco Menacho, consejero de Gobernación y Justicia, el pasado miércoles, en su despacho.
Francisco Menacho, consejero de Gobernación y Justicia, el pasado miércoles, en su despacho.
Antonio Fuentes / Sevilla

22 de abril 2011 - 05:04

Francisco Menacho (Olvera, Cádiz, 1954) se define como un hombre de partido. En tan sólo unas horas, las que continuaron el lunes 4 de abril al sorprendente anuncio de dimisión de Luis Pizarro, Menacho permutó una de las vicepresidencias de la Diputación de Cádiz por un regreso al máximo nivel al Gobierno andaluz, como consejero de Gobernación y Justicia. Había pasado por la Delegación de la Junta en Cádiz (1994-2000) y antes en la delegación provincial de Educación. Ahora es el nuevo número tres del Gobierno de Griñán.

-¿Le sorprendió la salida de Luis Pizarro?

-Sí, mucho. Fue una decisión personal, pero la verdad es que me cogió totalmente por sorpresa.

-¿Le pareció desproporcionada, sólo justificada en el cese del delegado en Cádiz, Gabriel Almagro ?

-El cese de un delegado de la Junta en una provincia compete al presidente, no es el delegado de un consejero. Yo cuando era delegado en Cádiz fui cesado, y nadie me dio explicaciones, ni tuvo que dármelas. Fue una decisión dentro de la normalidad democrática.

-¿Cuando le llamó el presidente?

-A las cuatro me avisaron de Presidencia para que estuviera al tanto de que me iban a llamar. Pero estaba en un bar, con una reunión sobre el servicio de basuras en Cádiz, y no tenía cobertura. Llamaron a la Diputación, a todos sitios y hablaron con mi mujer, que al final se puso en contacto conmigo, preocupada porque no sabía qué pasaba.

-¿Qué le dijo el presidente?

-Que le encantaría que trabajara por el proyecto en Andalucía. Y que al día siguiente fuera a Sevilla para la toma de posesión.

-¿Comprendió el pulso de González Cabaña (secretario general del PSOE en la provincia) por la lista de Jerez?

-Creo que ha habido distintas visiones de un mismo problema. Yo me abstuve en la Ejecutiva provincial en la que Cabaña presentó el informe que iba a mandar a la dirección regional. Lo hice por coherencia, porque el comité local de Jerez había apoyado mayoritariamente a la candidata (Pilar Sánchez). No estaba de acuerdo en que se hiciera una excepción con Jerez.

-¿Cádiz está bien representada en el Gobierno?

-Creo que cuando el presidente hace un Gobierno no lo hace con finalidad de contentar a nadie, pero la provincia de Cádiz ha estado bien representada y ahora bien pudiera estarlo en mi persona.

-¿Habrá más cambios en su equipo?

-Yo no he hecho ningún cambio. Cuando llegué, tanto el viceconsejero como dos directores generales presentaron la dimisión porque, según dijeron, tenían un compromiso personal con Pizarro.

-¿Tenía relación con Griñán?

- Una relación afable. Cuando nos hemos visto, hablamos de las cosas de Cádiz.

-¿Qué diferencia le ve con Chaves?

-Chaves ha sido todo a nivel andaluz. Sin él, los andaluces no tendríamos el nivel que tenemos, social y de infraestructuras. Ahora tenemos un presidente que está en otra línea. Tenemos que adaptarnos a los nuevos tiempos, con las prioridades de la educación como motor. A nivel personal, quizá Chaves es más tímido y Griñán más abierto, pero lo que yo diría de los dos es que son bellísimas personas.

-¿Qué le parecen las opiniones sobre un fin de ciclo?

-De eso nada. El cambio no lo puede representar el pasado, que es el PP, sino que vendrá de quien lo está ejercitando cada día. El partido del cambio es el PSOE y la mayoría de los andaluces en las encuestas opinan que es el partido que mejor defiende sus intereses. Estamos en plena forma.

-¿Cuáles serán las líneas generales de su mandato?

-Tenemos muchas cosas: la protección civil, el voluntariado, la defensa de los toros. Pero las dos grandes patas son la Administración local y la Justicia. Puede que no lo hayamos sabido explicar, pero la financiación incondicionada a los ayuntamientos ha subido de 200 a 420 millones, y así 60 millones de euros cada año más hasta 2014, vengan como vengan los Presupuestos.

-Tras el 22-M, ¿cree que habrá muchos expedientes de regulación de empleo en los ayuntamientos?

-Ese día habrá un problema, porque los alcaldes nuevos o los que ahora gobiernan se encontrarán con una situación económica mala. No creo que haya despidos masivos, sino que irán adecuando progresivamente el personal y los gastos corrientes a la nueva realidad.

-¿Le pareció bien la supresión del plan de empleo local Proteja?

-¿A quien no le hubiera gustado que siguieran todos los planes todos los años? Con los recursos que tenemos, hay que priorizarlos. Estos planes surgieron para una cuestión determinada y cumplieron su papel.

-¿Qué opina de que todos los alcaldes cobren en función de su población?

-Estoy totalmente de acuerdo, era necesario regularlo.

-Y sobre el recorte de delegaciones provinciales de la Junta que anunció el presidente Griñán en su investidura.

-El discurso se ha cumplido, por ejemplo, en la reducción bestial de empresas públicas. Habrá que ver cómo se plasma esa adecuación en las provincias. Creo que será tema ya de la próxima legislatura.

-¿Qué hará con las competencias en Justicia?

-No está todo arreglado, ni mucho menos, hay muchísimos problemas, pero estamos trabajando en base a ello. Entre las reuniones, estoy pendiente de una cita con el ministro (Francisco Caamaño). Nuestras tres grandes líneas serán las ciudades de la justicia, el despliegue de la oficina Judicial y la actividad telemática.

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