Arenas: "El olfato me da que hay un fin de ciclo"
Javier Arenas · Candidato del PP a la Presidencia de la Junta
El candidato del Partido Popular asegura que "por vez primera, en la democracia, es perfectamente viable que obtengamos una mayoría absoluta en Andalucía".
-¿De veras ya se ve usted de presidente de la Junta? ¿Qué pasa?
-Creo que podemos ganar las elecciones por tres razones. La primera, porque pesan mucho los 30 años de socialismo en nuestra tierra, a lo que hay que añadir el cambio fallido de liderazgo en el Partido Socialista y en la Junta; la segunda, porque la gente considera que el PSOE le ha engañado sobre la crisis, y la tercera, porque hemos conseguido ilusionar con un proyecto alternativo al que dedico el cien por cien de mis esfuerzos. Por primera vez en democracia, creo que es perfectamente viable la mayoría absoluta del PP en Andalucía.
-¿Por qué cree que el cambio de Manuel Chaves por José Antonio Griñán ha sido fallido?
-Ha sido un perfecto fracaso. Lo que se pretendía era un liderazgo nuevo e innovador, y esto era imposible con un dirigente de la misma generación que Manuel Chaves, que llevaba decena de años en cargos públicos y que, además, carece absolutamente de la mínima cultura de partido. Hemos pasado de un liderazgo con grandes síntomas de agotamiento a la inexistencia de liderazgo con la presencia del señor Griñán.
-¿Y esto que usted describe, de ser cierto, cree que trasciende a la opinión pública?
-Mire, es que hoy quien lleva la iniciativa política en Andalucía es el PP frente a un Gobierno que no ve, que no escucha y que no dialoga. Si el PSOE tiene una estrategia, si la hay, brilla por su ausencia.
-¿Entonces, a qué achaca que Griñán sea mejor valorado en las encuestas que Javier Arenas?
-Lo más normal en las democracias occidentales es que el líder de la oposición esté menos valorado que el del Gobierno. Alguna experiencia tengo, y sé que, cuando eres gobierno, te caen 100 kilos de carisma encima, pero la valoración de Griñán ha ido retrocediendo en las encuestas y va a ir a más. Su imagen se va a ir viendo más perjudicada a medida que su grado de conocimiento sea mayor. Cuando le conocían pocos andaluces, éstos eran o de su partido o de su adscripción ideológica, y a medida que lo conozcan más, bajará su valoración. Yo tengo del orden de 30 puntos más de conocimiento que el señor Griñán, por tanto me valoran más personas y permite que haya una relación más crítica.
-Hay quien opinaba que Chaves y Javier Arenas denotaban el mismo cansancio demoscópico, que los electores estaban cansado de ambos, vamos, y que al PP le vendría bien un cambio de líder.
-Con Chaves he tenido una relación educada, a veces ha sido un contrincante cordial, otras ha sido un adversario de cuidado, y a la vista están sus resultados electorales, pero también digo que nos separan muchos años; él es de otra generación. Cuando yo entré en política, ya llevaba 12 años. Ahora bien, yo me he presentado en tres ocasiones, en dos de ellas me acerqué mucho al PSOE, y si eso no hubiera ocurrido, no estaría aquí. Chaves y su generación representan lo viejo, y yo, lo joven. Sin perjuicio, claro está, de que no soy el mismo de 1994 porque tengo mucha más experiencia por mi presencia en el Gobierno de España.
-Pero en 1996 también estuvieron a punto de ganar, según las encuestas.
-Bueno, esa vez nos daban intenciones de voto de entorno al 35% o al 36%, y ahora las hay del 46%. Ahora que desayuno, almuerzo y ceno con mucha gente en Andalucía, que es lo que hago todos los días, compruebo que esa posibilidad está en la calle. No certeza, que sería de dudosa convicción democrática, pero hay un olfato de fin de ciclo sin ninguna duda. Se ha perdido el miedo al cambio y hay miles de valiente que están dispuestos a participar de ello. Capto, y esto no lo había captado antes, que hay militancia en torno al cambio, y mucha de ella no coincide al cien por cien con el PP y, si me aprieta, ni al 80%.
-Vamos, que hay gente que se acerca al olor del cambio.
-Bueno, hay que ser realista. La soledad no es la del poder, soledad es la de la oposición. Sí, hay personas que me tienen más afecto desde que determinadas encuestas han salido a la luz pública. Pero hay otras personas que no se han convertido al centro derecha o al centro, que son de izquierdas, pero en ellas prevalece la condición democrática. Para mayor claridad: no era bueno que el PP gobernase 30 años en Galicia, ni el PNV en el País Vasco, ni CiU en Cataluña. Y estas personas piensan que no es bueno que el PSOE gobierne más de 30 años en Andalucía.
-Usted ha adelantado una victoria más que rotunda en las próximas municipales, que son la parada antes de las autonómicas. Da por hecho que gobernarán en todas las capitales, en tres diputaciones y en muchas ciudades medias. Mucho, ¿no?
-La tendencia de las encuestas nos dice que la diferencia entre el PSOE y el PP se está agrandando a nuestro favor, no recortando. Creo que va a haber cambio profundo o no cambio, no un poquito de cambio. Habrá un gran cambio o no, pero no viento flojo de cambio. Esto es como una ola. ¿Cuándo vamos a comprobar si la fotografía de las encuestas es de verdad o no? En las elecciones municipales de 2011. ¿Qué resultado puede ser la base para un cambio en Andalucía? Gobiernos en todas las capitales de Andalucía, donde sumaremos un concejal más, incluso, en las que ya gobernamos; se puede producir un éxito importante en ciudades claves de más de 100.000 habitantes, como Jerez, Algeciras o Marbella; podemos ser un partido consolidado en diputaciones y, para ello, es necesario que la Andalucía del interior apuesto por el vuelco. Si el PP gobierna en diez ciudades importantes y en varias diputaciones, en el PSOE se abrirá un proceso muy importante de autocrítica, el normal por otra parte, y eso conllevará que su actual secretario general y presidente, José Antonio Griñán, no será el próximo candidato.
-¿Y por qué dice eso? ¿En qué se basa?
-Yo tengo dos impresiones. La primera, que el señor Griñán no ha tratado bien a muchos dirigentes de su partido, y eso, aunque no se diga públicamente, es la comidilla de las conversaciones privadas. No se ha portado bien, por ejemplo, con Chaves, pero los liderazgos se sustentan en el sacrificio y la confianza. Y creo que ninguna de las dos se da en Griñán. No veo una cúpula del PSOE andaluz, los primeros 200 dirigentes, que estén confiados en el liderazgo del partido. Y tras los fracasos electorales, esto pasa factura. Y la segunda causa es que el principal enemigo del señor Griñán es él mismo. Vive ensimismado, no he visto a nadie que dialogue más consigo mismo y tan poco con los demás, y creo que su forma de ser no le permite analizar que sea el primer socialista que pierda las elecciones en Andalucía. Eso es lo que va a suceder. También dije, antes de irse Chaves, que el señor Zapatero lo había amortizado como presidente de la Junta, y no me equivoqué.
-Bueno, lo veo muy partidario y defensor de Manuel Chaves, cuando lo han machacado bastante, incluso después de irse al Gobierno central, con el caso Matsa...
-Siempre le he valorado como dirigente político. Creo que ha sido un mal presidente, pero no le puedo poner en duda sus éxitos electorales, era una persona que, en el día a día, demostraba mucha fortaleza en el debate, aunque se equivocase en sus expresiones y lo subestimasen. Y, probablemente, esta relación, ya digo cordial en muchos momentos, se ha deteriorado al pedir el PP información sobre las subvenciones que ha recibido una empresa (Matsa) donde trabajaba un familiar suyo. Por cierto, la estrategia nunca fue la presentación de una querella, sino la de una comisión de investigación.
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