El Gobierno ayudará económicamente a los damnificados en Écija

El delegado del Gobierno en Andalucía afirma que no cree que se vaya a declarar a la zona como catastrófica, pero van "a ponderar los daños".

Normalizada la situación en Écija, donde ya comienzan las tareas de limpieza
Normalizada la situación en Écija, donde ya comienzan las tareas de limpieza
Efe, Sevilla

09 de diciembre 2010 - 17:56

El Gobierno ayudará económicamente a los vecinos de Écija que hayan perdido enseres o que hayan sufrido daños en sus viviendas y comercios por las inundaciones producidas tras la crecida del río Genil el pasado martes.

Así lo ha garantizado este jueves el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, que ha visitado Écija para conocer el trabajo que la Unidad Militar de Emergencia (UME) ha realizado tras las inundaciones.

García Garrido ha asegurado que aunque la preocupación de las administraciones es garantizar la seguridad de los vecinos "ya se puede empezar el proceso de evaluación, que liderará el Ayuntamiento".

"Iremos viendo los daños objetivos, y eso requerirá resolver trámites administrativos, en una atención personalizada uno a uno", ha apuntado el delegado del Gobierno.

Además, ha añadido que no cree que se vaya a resolver finalmente la declaración de Écija como zona catastrófica, "pero vamos a ponderar los daños y, con la interlocución del Gobierno municipal, se canalizará la ayuda de la Junta de Andalucía y de la administración del Estado", ha aseverado.

El delegado se ha reunido con los responsables de la UME, quienes le han explicado las tareas desarrolladas durante esta misión, en la que han participado 240 militares y que han colaborado en la evacuación de enfermos del hospital ecijano, en la construcción de diques en carreteras de acceso a la ciudad o en la evacuación de 28 personas que había quedado aisladas en una urbanización.

La localidad sufrió entre la noche del lunes y la madrugada del martes inundaciones en el 30 por ciento de su casco urbano por el desborde del arroyo Argamasilla y la crecida del río Genil hasta una altura de 7,37 metros, una marca nunca registrada antes.

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