Felipe González: "Temen que vuelva a la arena institucional"

Felipe González se defiende de las infamias de los "fachas" y proclama; "No soy multimillonario, ni siquiera millonario"

Griñán departe con el ex presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas andaluces, Felipe González. / Juan Carlos Muñoz
Griñán departe con el ex presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas andaluces, Felipe González. / Juan Carlos Muñoz
Jorge Bezares, Sevilla

12 de marzo 2010 - 23:13

Con la incombustible periodista María Antonia Iglesias en labores de moderadora, el ex presidente del Gobierno Felipe González y el secretario general de UGT, Cándido Méndez, mantuvieron un mano a mano en el congreso extraordinario del PSOE mientras los delegados votaban casi por unanimidad la candidatura de José Antonio Griñán a la secretaria general. Entretuvieron, discreparon e informaron con convicción durante una hora larga.

De entrada, González, que dejó claro era una "pesioptimista" -optimista por la inteligencia, y pesimista por la voluntad- y que sus ideas estaban por delante de su país y de su partido, arrancó dando a un auditorio entregado una "mala noticia": "No soy multimillonario, ni siquiera millonario… Tengo 68 años y todavía no he decidido ser millonario, pero si lo decido, a lo mejor lo soy".

El ex presidente del Gobierno se quejó de las constantes infamias que se publican sobre él, aseguró que proceden de los "fachas" y herederos de la Inquisición, que "temen que vuelva a la arena de la pelea institucional", y explicó que esas publicaciones buscan "taponar" una vuelta a las instituciones que no contempla.

Como viene repitiendo desde hace algunos meses, González avisó de que "antes de salir de la crisis estamos incubando la siguiente", y situó a la banca al nivel de un "casino financiero global sin reglas". A los bancos les reprochó que oferten productos "repugnantes" y a la vez recorten el crédito disponible, tras lo cual pidió un cambio de las normas bancarias, "que sean pocas, pero que se cumplan", y que no se deje el sistema "en manos de depredadores", y que estén sujetos a "marco regulatorio europeo".

El ex presidente, que defendió un "discurso de derechos y obligaciones", alertó de que el empleo no se creará en España hasta que la economía no crezca por encima del 2,7%, "aunque nos pongamos muy contentos" cuando el crecimiento sea del 0,3%, defendió el mantenimiento de los incentivos hasta que la demanda crezca, y aventuró que el crecimiento, en esta ocasión, llegará de la mano de los países emergentes.

Por otro lado, González afirmó que la Justicia "está hecha unos zorros" debido "no sólo por falta de medios, sino por el ganado que tenemos ahí dentro", y concluyó que "nos ha costado menos cambiar a las fuerzas armadas que a la justicia". Y también dijo que "necesitamos no hacer demagogia con la inmigración" tras explicar la evolución de la pirámide poblacional.

Por su parte, Cándido Méndez, preguntado con insistencia por Iglesias si estaría dispuesto a convocar una huelga general, respondió que "si encontramos una agresión a los derechos de los trabajadores, contestaremos con la misma dimensión". Ante la insistencia de la moderadora, dijo que "ese escenario no se ha producido", aunque "hay gente impulsando y criticando a los sindicatos por no convocar una huelga general".

El dirigente ugetista dijo también estar "hasta el gorro" de las tesis que mantienen que "las medidas eficaces son las impopulares", y se mostró convencido de que la reforma laboral no resolverá el problema de producción que tiene España.

El secretario general de UGT calificó de error la privatización generalizada que entregó la Caja Postal a la banca privada, y defendió la necesidad de conectar la recuperación con el modelo de crecimiento en los ámbitos financiero, energético, tecnológico y judicial (reforma de la Justicia).

Méndez expresó una "objeción" con el Gobierno socialista español y la Unión Europea respecto a que se plantee la retirada de los estímulos fiscales porque en esta época de crisis aún son necesarios.

En un momento dado, el propio Felipe González dio por terminado el debate con un "venga, vámonos".

stats