La Justicia continúa atascada en los problemas de hace diez años
El presidente del TSJA insta a sentar las bases de un nuevo modelo para el siglo XXI porque el actual "está trasnochado" · Méndez de Lugo ve "fundamental" un gran pacto de Estado de políticos y agentes sociales
El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, Augusto Méndez de Lugo, relanzó ayer el mensaje de que el modelo de Justicia necesita un cambio profundo. Lo hizo con una actitud "constructiva" y un tono algo más esperanzado al que empleó el año pasado cuando afirmó que disfunciones como las afloradas en el caso Mari Luz ponían de manifiesto que el sistema judicial actual no servía.
Durante su intervención con motivo de la presentación de la memoria anual de actividades de los juzgados y tribunales de la comunidad, Méndez de Lugo consideró "necesario" cambiar "un modelo que ya puede entenderse como agotado" y "seriamente deteriorado". Reconoció, no obstante que los cambios en Justicia "son difíciles de implantar". En primer lugar, porque los propios servidores de ella son "reacios" a modificaciones bruscas. Y en segundo lugar, porque para reformar el servicio público de la Justicia "es necesario y fundamental" un gran pacto de Estado entre todos los agentes sociales y políticos.
La reforma de la Administración de Justicia ha estado normativamente paralizada en 2008. Por eso, para el TSJA "hay que superar la situación de parálisis en la que nos encontramos actualmente y, sin perjuicio de las medidas que se adopten a corto plazo para paliar los problemas más inaplazables que aquejan a la Administración de Justicia, desde hoy mismo debería adoptarse una postura de apertura y concilicación, orientada a sentar las bases definitivas del sistema judicial del siglo XXI".
Lo cierto es que en el año transcurrido desde la última vez que Méndez de Lugo hizo balance ante los medios desde el atril de salón de Plenos del Palacio de la Real Chancillería, ha habido también mejoras, pero aunque el "progreso proporcione cierto aliento -dijo el presidente-, no es momento de triunfalismos y acomodos".
Méndez de Lugo dejó aflorar cierto optimismo al referirse al cambio en el Ministerio de Justicia, "donde se han revitalizado las reformas pendientes", y la renovación en el Consejo General del Poder Judicial, reconociendo que, aunque lentamente, "se está andando para llegar a ese modelo de Justicia que va a suceder a este modelo trasnochado". Trasnochado porque sigue arrastrando los mismos problemas diagnosticados hace diez años, algo que para el presidente es "preocupante".
La necesidad de una renovación del modelo de la Justicia desde sus cimientos y "no con tratamientos paliativos" no sólo centró el discurso de Méndez de Lugo, sino que se presenta como "tema capital" en la memoria del Alto Tribunal andaluz, que por primera vez dedica toda su parte introductoria a hacer un detallado diagnóstico de la Justicia, en lugar de analizar reformas legislativas o fenómenos preocupantes con efectos en el trabajo de los jueces.
Entre otras propuestas, el máximo representante de la Justicia en Andalucía abogó por "mejorar la provisión de puestos de trabajo" en dos sentidos: por un lado, aumentando los funcionarios en los juzgados donde realmente sea necesario, y por otro, proporcionando mecanismos rápidos de coberturas de bajas. La mejora de las sedes judiciales y la informatización de las labores procesales son otras de las acciones indispensables.
Sobre la planta judicial, dijo que "no se trata de crecer por crecer", de crear nuevos juzgados de forma "desaforada", pero sí de "contar con los efectivos necesarios" para alcanzar la ratio media de jueces por habitante en la UE.
Para Méndez de Lugo es importante potenciar la resolución extrajudicial de conflictos. Por ello apostó por una "educación ciudadana" para que a la hora de iniciar un pleito, la gente sea consciente de que no todo debe llevarse a los tribunales. "La Justicia es un servicio público muy caro", recordó, al tiempo que criticó que asuntos nimios se judicialicen. "Acudir a los órganos judiciales debe ser el último escalón en el que una persona debe verse para resolver un conflicto".
Una de las jurisdicciones más afectadas por esa judicialización de los problemas es la Contenciosa-Administrativa, donde la congestión sigue siendo alarmante. Sobre la protesta nacional de los jueces, Méndez de Lugo señaló que "los jueces y magistrados de toda España han planteado una serie de reivindicaciones que ponen de manifiesto que no se puede continuar más así, unas reivindicaciones que a su juicio "son absolutamente necesarias para el cambio de modelo de Justicia" que se reclama.
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