Zoido ya lo ha decidido

el resto del tintero

El alcalde de Sevilla retrasó el anuncio de su despedida del liderazgo del PP hace dos semanas ante la petición de Rajoy para que le diese más tiempo para encontrar el sustituto

Juan M. Marqués Perales

26 de mayo 2013 - 01:00

GRANADA, ciudad prólogo y epílogo de Juan Ignacio Zoido como candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía. No hace ni un año, a mediados de julio de 2012, el alcalde de Sevilla fue elegido en Granada sucesor de Javier Arenas, presidente del PP andaluz y aspirante virtual a la carrera autonómica por más que él se negó siempre a competir por la sede de San Telmo. Aquello ocurrió en un congreso precipitado, extraño, en el que Arenas no compartió un cóctel que se suponía de despedida de uno y de bienvenida al otro, y en el que Mariano Rajoy anticipó su presencia para clausurar el cónclave un día antes de lo previsto. Un mal presagio, pero el pasado martes, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, lo remató: Zoido es como un "rotavator, sirve para todo", para "juez, alcalde o presidente del PP". ¿Un rotavator? El profundo conocimiento de Torres Hurtado sobre los tractores agrícolas y su estrambótica comparación han puesto un broche poco elegante, un tanto agropop, al intento fallido de Génova de dar una salida al portazo de Arenas tras las pasadas elecciones autonómicas.

Sí, Zoido se va. Lo tiene más que decidido. De hecho, nunca lo ha negado, pero el alcalde de Sevilla tenía previsto anunciarlo de modo oficial el pasado domingo, 19 de marzo, mediante una entrevista periodística, y si no lo hizo, fue porque Mariano Rajoy le dijo en voz propia que le diese tiempo para consensuar un sustituto con los dirigentes del partido. Zoido y el presidente del Gobierno conversaron en Sevilla el domingo 12 de marzo, durante la celebración de la primera comunión del hijo menor de Javier Arenas en el Club Pineda. Rajoy ya tiene más frentes abiertos que Napoleón en sus últimos días, y sólo solicitó un poco de tiempo para no abrir una nueva brecha. O cerrarla pronto. Premonitorio este presidente, al que esta semana ya le ha vuelto a mover el sillón su antecesor, José María Aznar.

Zoido es el paradigma de los alcaldes populares, un todoterreno que visita barrios, saluda a todos y ha suplido con esta cercanía, impostada o no, la falta de grandes proyectos que anunció durante la campaña electoral. Como a otros nuevos ediles andaluces, le ha tocado: no hay dinero. Alfredo Sánchez Monteseirín será, en décadas, el último alcalde hispalense que acometió una transformación de la ciudad. Zoido, al que las encuestas le siguen dando una gran mayoría absoluta, debe centrarse en sus labores municipales, y es que el PSOE sevillano, aparentemente callado desde su último congreso, va a convertir Sevilla en el epicentro de la campaña de las próximas elecciones municipales. Zoido, rehén de quienes creen repartir los carné de sevillanía, aún no lo sabe, pero en cuanto PSOE e IU elijan a sus candidatos van a desnudar su paupérrima gestión, falta de fondos y sin un Gobierno enemigo al que echarle la culpa de la prohibición del dragado del río.

Sí, Zoido se va, y por ahora el PP se decanta más por nombrar a un candidato a la Junta que por convocar un congreso extraordinario para elegir a un nuevo presidente. Ésa es una opción rápida. Haría falta una decisión de Madrid, en su mayor parte de Mariano Rajoy, debido al hundimiento de la otrora poderosa María Dolores de Cospedal, de Javier Arenas y -atención- de los ocho presidentes provinciales del PP, que esta vez no parecen que irán de comparsa tal como sucedió hace un año con Zoido.

No obstante, fuentes del PP indicaron que tampoco hay que descartar ese congreso para elegir al candidato y al presidente, un modelo que evita bicefalias posteriores, disfunciones en el reparto de papeles.

Los populares necesitan un candidato con fondo, que asuma que el Gobierno de coalición de izquierdas podrá repetir otra legislatura. Figuras con ese perfil tiene. José Antonio Nieto, el alcalde de Córdoba, se planteó de ese modo su conquista del poder municipal: dos intentos. Nieto tiene sobre otros candidatos una ventaja: es parlamentario andaluz, aunque debe solventar antes su relevo en el Ayuntamiento, porque algo tienen muy claro en el PP. Sí, la persona elegida no puede ser otro rotavator, debe dedicarse a evitar la sangría electoral del PP en todos los campos y a prepararse para las elecciones autonómicas. José Luis Sanz, actual número dos y alcalde de Tomares, también es joven y también se planteó como reto conquistar este ayuntamiento del Aljarafe sevillano. Es una de las personas que mejor conoce al PP andaluz y está dotado de una sensatez que oculta tras su ausencia de gestos faciales.

Málaga, el PP malagueño, no desea otro líder de Sevilla, y aún cree en las opciones de Juan Manuel Moreno Bonilla, actual secretario de Estado de Bienestar Social e Igualdad. Pero hay otro factor: ante la posibilidad de que tanto PSOE como IU coloquen a mujeres, si no en puestos de salida, sí como posibles sucesoras de Griñán (caso de Susana Díaz) o de Valderas (Elena Cortés, por ejemplo), los populares también barajan algún nombre de mujer. El preferido era Fátima Báñez, la ministra de Trabajo. Andalucía tiene una larga tradición de presidentes ex ministros de Trabajo, pero a Báñez la reforma laboral la ha achicharrado para tal menester.

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