La caída de un helicóptero en el centro de El Puerto se salda con tres heridos
Dos de los tres heridos siguen hospitalizados sin que se tema por su vida. Uno de los tres varones, de origen alemán, ha recibido el alta hospitalaria
Eran las cinco menos diez de la tarde de un domingo hasta entonces de lo más normal cuando un helicóptero con tres personas a bordo se estrellaba contra el pavimento de la céntrica calle San Juan, en El Puerto, junto a la Iglesia Mayor Prioral y en pleno casco histórico de la ciudad.
La aeronave, perteneciente a la empresa alemana Traffics, había partido apenas quince minutos antes del aeropuerto de Jerez y se dirigía hacia Málaga, estando previsto que ayer mismo retornara al aeródromo jerezano. Las personas a bordo eran un piloto alemán de la empresa antes mencionada y dos tripulantes de nacionalidad austríaca, al parecer técnicos de imagen que estaban tomando fotos desde el aire para una publicación digital. Los tres tienen edades comprendidas entre los 35 y los 40 años.
Numerosos portuenses que se acercaron ayer hasta el lugar del accidente, cerca de la confluencia con la calle Meleros, explicaron cómo durante varios minutos escucharon un ruido extraño en el vuelo del aparato. De hecho, el helicóptero colisionó ligeramente con al menos tres edificios antes de estrellarse contra el suelo, uno de ellos en la calle Zarza y los dos restantes ya en la calle San Juan, primero con una finca particular y después con la Iglesia Mayor Prioral, donde una de las aspas dio un tajo a la piedra sobre la capilla de la Patrona de la ciudad, la Virgen de los Milagros, quedando el aspa sobre la azotea de la casa del párroco. Fue precisamente la reja protectora situada sobre la vivienda del sacerdote la que evitó que la colisión hubiese provocado males mayores, ya que al engancharse una de las aspas del helicóptero en la verja, el aparato cayó al suelo con mucha menos fuerza, rompiendo también algunas farolas. Aún así, el impacto contra el suelo fue importante, quedando el helicóptero de lado sobre la calle y con los cristales destrozados, al tiempo que salía gran cantidad de combustible del aparato. No se descarta que el piloto tratara de aterrizar en un solar cercano al lugar donde finalmente cayó o en la propia explanada de la Plaza de España, también a pocos metros.
El párroco de la Prioral, Diego Valle, estaba en Arcos en el momento del accidente pero volvió en cuanto le informaron de lo sucedido. El sacerdote dijo que "gracias a Dios no ha pasado nada más grave, porque este mismo accidente a otra hora y otro día podía haber sido una tragedia", dijo. Casualmente, en el momento de la colisión un equipo de los bomberos se encontraba en las inmediaciones, ya que habían acudido para atender un aviso menor, por lo que tardaron poco tiempo en llegar hasta el lugar del siniestro. Ya previamente un grupo de personas que se encontraban en la zona, entre ellas algunos vecinos como el deportista Jesús Fenoy, acudieron al rescate de los heridos y sacaron a dos de ellos del aparato. El tercero, el piloto, fue atendido por los cuerpos de seguridad y explicó a los agentes que estaban realizando un vuelo para captar imágenes aéreas. Los tres estaban conscientes en el momento de su rescate y fueron traslados por una ambulancia convencional, los dos primeros, y el tercero por el servicio de emergencias del 061. Dos fueron conducidos al hospital Santa María de El Puerto y el tercero al hospital de Puerto Real, ya que presentaba un traumatismo abdominal y de columna.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron representantes de todas las fuerzas de seguridad, así como el alcalde, Enrique Moresco, el concejal de Policía Local, Carlos Coronado y el director del aeropuerto de Jerez, así como numerosos curiosos que se fueron acercando hasta la zona, fuertemente acordonada, en cuanto se propagó la noticia. Los vecinos de las fincas cercanas tuvieron que ser desalojados y tras contactar con Aena, las fuerzas de seguridad decidieron retirar de allí el aparato sin esperar a los peritos, tras la elaboración de un informe, ya que se consideró peligroso dejar más tiempo el aparato en la calle. Para ello los bomberos extrajeron el combustible y cerca de las ocho de la tarde llegaban a la zona responsables de la Base Naval de Rota, que se ofrecieron al Ayuntamiento para colaborar en el traslado de la nave hasta el aeropuerto.
Al cierre, de esta edición, se ultimaban los trabajos para la retirada del aparato, para lo que fue necesario utilizar una grúa y una batea de grandes dimensiones.
Vídeo: Teresa Almendros
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