El riesgo silencioso tras la pantalla
MENORES
Un estudio revela que la mayoría de niños y jóvenes utilizan el móvil sin ningún control de sus padres
Cádiz/Entre los 168 alumnos de 4º de ESO que participaron en un estudio acerca del uso de las nuevas tecnologías, Jonathan García se encontró con que únicamente tres carecían de teléfono móvil propio. Pero no fue eso lo que más le llamó la atención. Lo que más le sorprendió fue que el 92% de los 211 alumnos de 1º de ESO que participaron -menores de 12 y 13 años de edad- tuviesen móvil.
"El móvil se ha convertido en un factor de discriminación. Si no lo tienes eres el raro, no te enteras de lo que está pasando", cuenta García, graduado en Trabajo Social de la Universidad de Cádiz que finalizó su carrera con un trabajo de fin de grado sobre el uso que hacen los menores de las nuevas tecnologías. Esto es, para indagar en "el problema silencioso de los jóvenes", título de la investigación.
"Vivimos en una luna de miel con las nuevas tecnologías sin mirar los puntos negativos que tienen", apunta el joven cuyo estudio muestra que casi el 70% de los alumnos de 1º de ESO encuestados usa el móvil cuando quiere, sin control de sus padres. No tienen fijado un horario para utilizarlo. El porcentaje sube hasta el 84,5% en los alumnos de 4º de ESO.
"Muchos conocen a personas a través de internet sin saber si se esconde alguien tras una identidad", señala Jonathan, cuyo estudio, realizado en tres centros educativos de Cádiz, aporta otros resultados inquietantes. Por ejemplo, que el 70% usa internet para evadirse de sus problemas o que los propios menores reconocen que el uso de las nuevas tecnologías les afecta a su rendimiento académico.
Casi el 40% de los menores que participaron en el estudio admiten que tienen dependencia de internet. "Lo reconocen pero al mismo tiempo afirman que no tienen un problema, que esa dependencia no lo es", dice Jonathan. Sólo un 22% de todos los encuestados consideran que yendo a terapia se puede superar un problema de dependencia de internet.
El 45% sostiene que la familia es fundamental para salir de un problema así. Pero no son conscientes de lo que está ocurriendo, advierte García. Por el contrario, se da el caso de que las familias que disponen de menos recursos económicos hacen un esfuerzo para que el menor tenga móvil. Para que no quede excluido, en realidad.
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